El presidente Evo Morales encaminó ayer su proyecto constitucional, que someterá a referendo el 4 de mayo, como garantía de unidad de Bolivia, mientras la oposición pidió a Europa y a Latinoamérica que "revisen" su relación con el Gobierno de La Paz.
En el acto de promulgación de las leyes de convocatoria de dos consultas, una sobre la propuesta de nueva Constitución con la que pretende "refundar" su país y otra sobre latifundios, Morales dijo que "garantiza la unidad, dignidad e igualdad" de todos los bolivianos.
También elogió la presión "del pueblo" que permitió que los parlamentarios de su partido aprobaran esas normas el jueves pese al rechazo y las protestas de la oposición, mientras cientos de sus seguidores cercaban el Congreso.
"Sólo con la fuerza del pueblo podemos garantizar las transformaciones profundas, con el pueblo organizado y movilizado", dijo Morales ante miles de campesinos, indígenas, cocaleros y mineros simpatizantes que se congregaron también en la Plaza Murillo de La Paz, donde está el Congreso y el Palacio de Gobierno.
"Cuando no se atienden las demandas, hay protestas", afirmó el gobernante para justificar la presión ejercida sobre los legisladores por sus partidarios, algunos de los cuales golpearon e insultaron el jueves a dos diputadas opositoras cuando intentaban entrar en el Congreso.
