Cultura

Morante de la Puebla: dos cornadas en tres semanas

Morante ya se encuentra en su domicilio de La Puebla del Río recuperándose del nuevo percance sufrido el pasado viernes en San Sebastián de los Reyes. Según las primeras estimaciones, la herida le va a tener alejado un par de semanas de la primera línea de la contienda ya que no tiene ningún contrato en su agenda hasta el próximo 9 de septiembre en la plaza de Valladolid.

el 16 sep 2009 / 07:55 h.

Morante ya se encuentra en su domicilio de La Puebla del Río recuperándose del nuevo percance sufrido el pasado viernes en San Sebastián de los Reyes. Según las primeras estimaciones, la herida le va a tener alejado un par de semanas de la primera línea de la contienda ya que no tiene ningún contrato en su agenda hasta el próximo 9 de septiembre en la plaza de Valladolid.

Para esa fecha, la recuperación del diestro de La Puebla será un hecho aunque la herida fue calificada de "grave" por los facultativos que le atendieron en el coso madrileño. El propio torero había dado la orden de apurar los plazos para estar presente ayer en la plaza de Linares, donde finalmente tuvo que sustituido por Enrique Ponce. Como en otras ocasiones, Morante estará atendido durante su convalecencia por el cirujano taurino Domingo Jiménez.

En cualquier caso, la cornada del pasado viernes volvía a consternar a todos los estratos de la afición en una temporada en la que el diestro de La Puebla es protagonista indiscutible, además del mejor intérprete de ciclos como el de Abril en Sevilla y San Isidro en Madrid. Morante toreaba relajado y entregado, cuajando con capote y muleta a un toro de El Torreón que le sorprendió en un extraño, revolviéndose para herirle en la corva. Lo que en un principio parecía sólo una fuerte voltereta se tradujo en la enfermería en una cornada de 16 centímetros que interesaba planos musculares y que le produjo una leve hemorragia.

Pero la cornada había llegado muy pocos días después de la reaparición malagueña del diestro de La Puebla, que había sido herido gravemente en El Puerto de Santa María el día 7 de agosto toreando a placer a un toro de Mari Camacho que le produjo graves destrozos musculares cuando, en un descuido, el torero cayó al suelo después de pisar su propia muleta. En ambas ocasiones, Morante fue premiado con una oreja, en el caso de El Puerto acompañada de la inmensa escandalera que siguió a la negativa de la presidenta a conceder el segundo trofeo.

El nuevo tropiezo de Morante ha hecho arreciar en algunos ambientes los comentarios sobre el estado de forma del artista cigarrero, que aparece en las puertas de cuadrillas algo más descuidado de línea que en años anteriores. Morante ha tenido que recurrir en alguna ocasión a desprenderse de la chaquetilla entre barreras, visiblemente sofocado aunque, en cualquier caso, los vídeos demuestran que el percance de San Sebastián -la reacción del toro fue sorpresiva e imprevisible- era totalmente inevitable.

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