Cultura

Morante de La Puebla sufre su segunda cornada en un mes

El diestro sevillano Morante de La Puebla recibió ayer tarde su segunda cornada en este mes de agosto, además también de pronóstico grave. Se trata de una herida de entre 14 y 16 centímetros que le infligió su primer toro en San Sebastián de los Reyes.

el 16 sep 2009 / 07:50 h.

El diestro sevillano Morante de La Puebla recibió ayer tarde su segunda cornada en este mes de agosto, además también de pronóstico grave. Se trata de una herida de entre 14 y 16 centímetros que le infligió su primer toro y que le mandó a la enfermería por su propio pie tras darle un estoconazo y cortar la única oreja de un festejo condicionado por la infumable corrida de El Torreón.

El parte médico hecho públicio ya por la noche rezaba lo siguiente: "Herida por asta de toro en región interna del tercio inferior del muslo izquierdo, con una trayectoria ascendente de unos 14-16 cm. Entra a través de las fibras musculares rompiéndolas y provocando una pequeña hemorragia. Respeta el paquete vásculo-nervioso que contusiona en toda la trayectoria. Se procede a la limpieza, sutura por planos y drenaje. Pronóstico grave". Lo firma el doctor Gálvez Domínguez.

Morante, que se había comprometido de principio con el toro de marras, mostró muy buena disposición desde que se abrió de capote y aguantó las dudas iniciales del astado. Quitó a la verónica, de nuevo meritorio y muy firme.

Comenzó la faena con estéticos ayudados por alto rematados con una trincherilla de cartel de toros. Tras ligar series en redondo reveladoras de la buena faena que se auguraba, fue coger la izquierda y sobrevenir el percance. Una voltereta en la que, al caer, pareció lastimarse, quejándose de la rodilla. Tras reponerse, volvió al toro para enterrar una buena estocada y recibir una oreja que paseó la cuadrilla.

Finito de Córdoba, con un primer manso que embistió al paso, no se complicó y cortó pronto antes de dar un sainete con la espada. El cuarto, a la postre el mejor toro de la deslucida corrida enviada por César Rincón, se encajó con el capote saliendo alguna verónica buena, aunque sin terminar de asentar la planta en el recibo, según informó Burladero.com.

Con la muleta planteó una faena basada en la mano diestra a un toro con movilidad aunque sin mucha clase con el que Juan Serrano ligó tandas donde compuso con estética y empaque. Por el izquierdo, el toro fue lo contrario y no permitió nada a Finito. El diestro estuvo mal de nuevo con la espada. El sexto que estoqueó por Morante, soso y parado, no enderezó una tarde que empezó torcida con el percance del sevillano.

El alicantino José María Manzanares saludó con gusto y temple a la verónica al tercero, aunque con la muleta apenas tuvo opción con un manso rajado y desrazado pese a la porfía y la voluntad en balde del diestro.

Con el quinto se repitió la historia ante un toro sin clase que estrelló la buena disposición de Manzanares. También marró a espadas.

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