El presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno (3i), junto a la eurodiputada Teresa Joménez Becerril (i), al número dos del PP en las elecciones europeas, Esteban González Pons (2i), y al vicesecretario de Política Autonómica y Local del PP, Javier Arenas (2d), entre otros asistentes, durante la clausura del acto de presentación del programa electoral europeo de Nuevas Generaciones que ha tenido lugar este sábado en Sevilla. EFE/Julio Muñoz
Ninguno de los primeros espadas del PP que participó este sábado en la presentación del programa electoral de Nuevas Generaciones para las elecciones europeas del 25 de mayo Arenas, Pons y Floriano, los tres vicesecretarios generales del partido olvidó repetir lo «importante» que son estos comicios para los andaluces y lo «necesaria» que es la participación en una cita electoral que cada cinco años pierde más votantes, porque la distancia entre Bruselas y Sevilla es demasiado grande para que el ciudadano capte esa importancia. O bien porque no le interesa o bien porque los políticos nacionales no logran que se interese. Quizá, en parte, porque sus discursos en esta campaña se mezclan y difuminan con estrategias de partido que tienen más que ver con otras elecciones: las nacionales, las andaluzas y las municipales, una máxima que se repite tanto en los foros populares como en los socialistas.
ZAPATERISMO
Los tres dirigentes nacionales del PP que pasaron ayer por Sevilla trasladaron un discurso muy duro contra el PSOE, y una defensa férrea de las políticas de Rajoy. Javier Arenas fue el primero en dar la alerta: «O seguimos saliendo de la crisis con las reformas de Rajoy o volvemos al zapaterismo. O brotes verdes o realidades». Esteban González Pons advirtió de que en las europeas hay «dos modelos en juego». «Cada vez que gobierna el PSOE acaba habiendo una recesión y sube el paro, y eso es científico. Y cuando gobierna el PP hay recuperación y creación de empleo, y eso es científico, no es una opinión». Carlos Floriano añadió que «lo que más le molesta al PSOE, no es sólo que el PP haya sido capaz de evitar el rescate, sino que la crisis económica y social en la que nos metieron se está convirtiendo en recuperación económica y social».
En las dos últimas citas con las urnas europeas, la participación en Andalucía fue exigua y estuvo por debajo de la media nacional: 41,7 por ciento frente a 44,9 por ciento en 2009 y 41,3 por ciento frente a 45,9 por ciento en 2004. A la mayoría de andaluces no le llega que el 70 por ciento de las leyes que se hacen aquí no son decisiones del Gobierno español ni del Parlamento andaluz, sino transposiciones de directivas que se adoptan en Estrasburgo o en Bruselas. El Parlamento y el Consejo Europeo aprueban esas leyes, luego se traslada una directiva a los Estados miembros que las plasman en sus legislaciones nacionales vía decreto ley.
Sin embargo, la cita del 25 de mayo abre un dilatado calendario electoral que durará tres años, y en el que los que ostentan el poder se juegan la permanencia, y los que aspiran a alcanzarlo, libran su oportunidad. Sea como sea, nadie ayer, en el mitin del PP, olvidó decir que las europeas serán un plebiscito a las reformas de Mariano Rajoy, un ensayo para las municipales y las andaluzas y una plataforma para el nuevo presidente del PP-A. «El 25 de mayo debe ser un paso adelante para que Juanma Moreno sea presidente de la Junta de Andalucía», dijo el vicesecretario de Política Autonómica del PP, Javier Arenas. Por el mismo camino siguió el alcalde de Sevilla, y exlíder de los populares andaluces, Juan Ignacio Zoido: «Que nos pongan las autonómicas cuando quieran, estamos preparados. Juanma Moreno está en perfectas condiciones, lo puso en perfectas condiciones nuestro presidente de honor», dijo, en referencia a Arenas, a quien atribuyen un papel decisivo en la designación de Moreno como nuevo presidente del PP-A. También el vicesecretario de Organización y director de campaña en las europeas, Carlos Floriano, y el vicesecretario de Programas y número dos de la lista, Esteban González Pons, hablaron de Moreno como «el próximo presidente de la Junta, porque representa la esperanza para millones de andaluces».
Hubo más pedagogía sobre las políticas europeas entre los dirigentes jóvenes, mientras los mayores usaron el atril para criticar duramente al PSOE. En consecuencia, uno de los nombres más repetidos ayer fue el de la presidenta de la Junta, Susana Díaz. Al subir al escenario, el presidente del PP-A, Juan Manuel Moreno Bonilla, acusó a la socialista de haber emprendido «una caza de brujas contra todos y cada uno de los funcionarios destinados en el departamento de Empleo, concretamente en Formación», tras hacerse pública la investigación de la Guardia Civil por un supuesto fraude masivo en los cursos de formación. Moreno exigió a Díaz que vaya al Parlamento a dar explicaciones y la acusó de «manchar el nombre de Andalucía» y «generar dudas por el uso que se ha hecho aquí de los fondos europeos». «Andalucía está instalada en una parálisis institucional y social, con desavenencias públicas entre los socios de Gobierno y una descoordinación que da una imagen lamentable», aseguró.
