-¿Quiénes eran los Solesio?
-Es una familia que procede de Génova y se asienta en Andalucía en el siglo XVIII. El tema es muy interesante por lo que los extranjeros han contribuido a la vida de este país. Su caso, además, es excepcional: se enriquecieron a través del negocio de los naipes.
-¿Cómo hicieron fortuna?
-Sobre todo, gracias a José de Gálvez, ministro de las Indias de Carlos III. Es importante que señale esto: es uno de los hombres de Estado más relevantes de todo el XVIII. Él era de Macharaviaya (Málaga). El italiano Félix Solesio le habló de montar la fábrica de naipes en este pueblo y el ministro le hizo todo tipo de concesiones y le otorgó el monopolio.
-Pero su libro no se queda ahí, ¿no?
-No, sólo parte de ese momento. A partir de ahí estudio la evolución de esta familia hasta el siglo XIX. La investigación es original, porque está hecha de primera mano. Y eso es complicado, ya que es difícil encontrar documentos personales de cualquier familia.
-¿Para qué nos sirve estudiar la historia de una familia determinada?
-El estudio de las familias es, hoy por hoy, uno de los elementos más interesantes de la Historia, porque la vida de las familias es el centro de la vida en general. El problema es que, a la hora de afrontarlo, no se encuentra tanta documentación. Con su estudio se consiguen saber cosas que no son tan genéricas. Por ejemplo, no cómo gobernaba Espartero, sino que se contesta a la pregunta de cómo vivía una familia bajo su mandato. Es más práctico.
-Dentro de cien años, ¿qué familia podría estudiarse?
-Ninguna. Un estudio futuro sobre una familia de hoy no podría hacerse, porque no habrá documentación existente.
-¿Y los correos electrónicos?
-No son ni literarios ni nada, buscan decir lo máximo en el mínimo espacio posible. No es como las cartas antiguas, que muchas familias guardaban. En cambio, los correos electrónicos son efímeros.
-¿Llegó a arruinarse esta familia tan poderosa?
-Sí, con la invasión napoleónica y cuando se pierde América, la familia sufre económicamente. Sin embargo, venden todos los bienes adquiridos e invierten en otras cosas y se meten en política. De hecho, varios Solesio ocuparían cargos políticos. Lo que hacen es adaptarse, como todos, a los nuevos tiempos.
-Pregunta para un historiador: ¿qué le parece la Ley de la Memoria Histórica?
-Está muy de actualidad, pero no es cosa de hoy, siempre ha existido. La Memoria Histórica suele ser selectiva y a veces se saca de contexto. La de ahora mismo es generalizada y subvencionada, se concentra exclusivamente en el franquismo y en la Guerra Civil. Al apoyarse en lo que recuerda la gente en lugar de en documentos, está sometida a muchas distorsiones. Por eso la mayoría de los profesionales no estamos de acuerdo con ella. En la Historia no hay ni buenos ni malos, no puede convertirse en un arma arrojadiza.
-¿Qué le llevó a especializarse en la Historia local y regional?
-Ahora preparo un libro sobre el asedio napoleónico a Cádiz, que nos ha llegado absolutamente minimizado por culpa de la Memoria Histórica. De aquello no ha quedado casi nada, de la batalla más larga de aquella guerra... ¡30 meses! ¿Por qué es posible?, porque la memoria ha sido selectiva durante el XIX. Estas cosas no se conocen, la gente no sabe que ocurrieron, por eso me interesan.
-Pregunta para profesor universitario: ¿con qué nivel de Historia andaluza le llegan sus alumnos?
-Cuando llegan, es la primera vez que la ven, y se nota. Además, está el descenso que ha producido la Logse. Antes no, pero ahora se está empezando a notar en la Universidad la falta de preparación del alumnado. Hay muy buena voluntad por su parte, pero las deficiencias son muy grandes. Le pongo un ejemplo: este año, en un curso, me llevé una gran sorpresa cuando ningún alumno mío sabía quién era Voltaire. Cuando ocurren cosas así te quedas hundido... ¿Qué puedo hacer yo ante eso?