El divorcio entre Moreno y Cospedal marca la previa del congreso del PP-A

La número dos del PP, debilitada por la desautorización de Rajoy hacia su plan para Andalucía, se reivindica ante casos como Gürtel o Bárcenas

el 17 feb 2014 / 11:17 h.

moreno-cadena-ser Foto: Cadena SER El PP andaluz calienta ya motores de cara a su congreso extraordinario del 1 y 2 de marzo, donde se designará a Juan Manuel Moreno Bonilla presidente del partido y candidato a la Junta. Una semana después de que se desvelara que el joven malagueño era el elegido por el presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, para suceder a Juan Ignacio Zoido, de cara a la galería todos son piropos al futuro líder y mensajes de unidad. Pero estos discursos no pueden tapar la fractura interna que ha provocado un proceso plagado de errores donde, además de quedar al desnudo los dos bandos enfrentados, han aflorado los vencedores y vencidos. El segundo grupo lo encabeza la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, desautorizada por Rajoy al tirar por tierra su apuesta por José Luis Sanz como candidato. Ella negó ayer un «desencuentro» con el presidente y con los que han maniobrado en su contra, estos son, Javier Arenas y Soraya Sáenz de Santamaría. También Moreno Bonilla descartó un divorcio con Cospedal. Los hechos demuestran lo contrario. Una semana después de que saltara la sucesión, el candidato y la secretaria general ni siquiera han hablado. En un partido que respeta tanto la jerarquía interna como el PP, no parece lógico que todavía no se haya producido ningún contacto entre ambos. «No sé si es normal o no, pero el candidato tiene todo el apoyo del PP-A y de la militancia. Lo importante es que el congreso salga bien», explicó la vicesecretaria de Organización regional, Ana Corredera. Fue el vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, quien telefoneó el lunes por la noche a Moreno Bonilla para comunicarle que era el elegido por Rajoy. Cospedal no quiso hacer esa llamada. Los dirigentes populares trataron ayer de quitar hierro a la nula interlocución entre la secretaria general y el futuro líder del PP-A, una persona cercana a Arenas que, a su vez, es el enemigo interno de Cospedal. «No vean ustedes ningún tipo de cuestión extraña. Tanto Moreno Bonilla como Cospedal tienen mucho trabajo», aseguró Floriano. Y dio el mismo argumento que un rato antes había lanzado Cospedal en una entrevista en Telecinco: «El PP no tiene tiempo para intrigas». Al igual que hizo Zoido la semana pasada para excusar su papelón, la número dos negó que haya apostado claramente por Sanz. «Nunca he dicho que prefiera a un candidato sobre otro. Quería al que tenga más posibilidades de ganar». Muchos en el PP consideran que Cospedal es la gran perdedora de todo este proceso. Ella reivindicó ayer su trabajo y su papel ante casos como Gürtel o Bárcenas, donde se ha visto muy sola. «Yo he estado ahí. Creo que muy poca gente más ha estado ahí. He cumplido con mi responsabilidad». Por su parte, Moreno Bonilla continuó con la escalada mediática nacional para darse a conocer en un tiempo récord (imitando la estrategia de Susana Díaz) y recaló en los estudios de la Cadena SER. En una entrevista con Pepa Bueno negó división interna y aseguró que el PP es un partido «absolutamente heterogéneo, plural y muy poliédrico» en el que hay «diferentes sensibilidades, gustos y apetencias». Garantizó que ha sido «libre» para presentarse al congreso del PP-A y que «nadie le ha empujado». De la configuración de su equipo se verá si el sucesor de Zoido viene o no con mochila o está tutelado. La gran incógnita es el nombre del secretario general. Fuentes del partido señalan que se busca a una mujer, de Andalucía occidental y con dedicación absoluta al cargo. La delegada del Gobierno, Carmen Crespo, que sigue en las quinielas, se deshizo en elogios hacia el nuevo líder. Ayer y hoy Moreno Bonilla estará en Madrid pero mañana asistirá a una cita clave: la reunión de la Junta Directiva del PP de Sevilla, una organización que espera tener mucho peso en la nueva ejecutiva.

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