Moreno Bonilla prevé el relevo de su jefe de campaña a 15 días del arranque

El líder del PP-A no descarta que Antonio Sanz sea designado delegado del Gobierno en Andalucía y abandone su equipo y la lista electoral por Cádiz

el 20 feb 2015 / 10:30 h.

juanma-morenoEn menos de 20 días el líder del PP-A ha pasado de ensalzar la experiencia de Antonio Sanz como director de la campaña para las elecciones del 22 de marzo a despacharle con un «nadie es imprescindible», que dijo ayer el líder del partido, Juan Manuel Moreno, al ser preguntado sobre la posible designación de Sanz como delegado del Gobierno en Andalucía, en sustitución de Carmen Crespo. Moreno aclaró que lo considera «un magnífico candidato» para el puesto. La vuelta de Antonio Sanz, mano derecha de Javier Arenas durante una década, a la primera línea política, como jefe de campaña de Juan Manuel Moreno Bonilla tuvo varias interpretaciones dentro del partido: por un lado, nadie como él, un fontanero de la política con colmillo afilado, para diseñar una campaña en tiempo récord tras el adelanto electoral por sorpresa. Otras voces interpretaron que Arenas seguía tutelando el PP andaluz en la sombra. La llegada de Mariano Rajoy a la Moncloa, en 2011, debe muchísimo a la victoria de los populares en Andalucía. Su permanencia en el Gobierno, tras las generales de este año, aún depende de que el PP-A logre salvaguardar su cuota de poder. Ahora los populares son el partido más votado (50 escaños y el 40,6% de votos en 2012). Los sondeos le auguran una caída de seis puntos. No es de extrañar que Arenas y Rajoy estén encima de la campaña andaluza. Cuando Sanz y otras personas de confianza de Arenas (como Patricia del Pozo o Macarena O´Neill) fueron elegidos para pilotar la campaña de Moreno, se interpretó como un intento de tomar las riendas un partido sin fuelle, con un líder desconocido y sin peso orgánico ni conocimiento de Andalucía, incapaz de leer las claves de la política regional. Antonio_SanzLa sombra de Arenas sobre Moreno ha sido y es un bastón con el que la Junta atiza a la oposición. También el PP ha alimentado esta tesis, por ejemplo: Arenas descartó hace dos semanas volver a concurrir en la candidatura a las autonómicas por la provincia de Almería para, poco después, entrar como número cuatro. Su presencia en el Parlamento andaluz, en un puesto inferior, es algo que pocos entienden, pero volvió a dar pábulo al PSOE para cuestionar a Moreno. El líder del PP-A explicó que la designación del delegado del Gobierno es competencia de Rajoy y que aún no le han comunicado nada, pero ese «nadie es imprescindible» unido a voces como la de Crespo, alabando a Sanz, evidencian que se da ya por hecho [podría ser designado hoy en el Consejo de Ministros] . Crespo fue designada para encabezar la lista por Almería, obligándola a dejar la Delegación del Gobierno, y a la vez Sanz fue elegido cabeza de lista por Cádiz y director de campaña. ¿Para qué nombrarlo entonces si al poco iban a quitarlo para cubrir la vacante de Crespo a 15 días de la campaña? En el pasado, Sanz ha coqueteado con el puesto de Delegado del Gobierno, para el que ha sonado en varias ocasiones. No es la primera vez que el PP nacional toma las decisiones sin tener en cuenta los efectos colaterales para el andaluz. La designación de Moreno para liderar el PP-A tras la marcha de Arenas y la interinidad de Juan Ignacio Zoido siguió los ritmos impuestos por Rajoy sin atender a las presiones andaluzas. La versión oficial es que la campaña está prácticamente diseñada y que hay mucha gente preparada en las filas populares para seguir el trabajo iniciado por Sanz. «Afortunadamente tengo un buen equipo y la campaña está bastante avanzada. Todo está en marcha», dijo ayer Moreno.

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