El Ramón Sánchez-Pizjuán lucirá un mosaico con los colores blanco y rojo del Sevilla con el fin de dar aún más colorido si cabe al estadio, en una nueva cita con la historia donde se pondrá en juego la posibilidad de dar un gran paso hacia una nueva final europea. Antes del encuentro, en la denominada Colina de Nervión, la afición está citada para animar al equipo durante el trayecto del autobús por la Avenida Luis de Morales hacia el estadio. Un llamamiento que a buen seguro tendrá una gran respuesta.