Deportes

Motivos para enfadarse con Jiménez

El sevillista no ve ganar a su equipo en casa desde el pasado 8 de noviembre. El enfado va en aumento porque las señas de identidad que hicieron al equipo alternativa a todo están por los suelos. Y Manolo Jiménez no encuentra soluciones.

el 09 ene 2010 / 22:54 h.

Primero, supone un feo enorme para el sevillismo, y motivo de pitada sonora, que el humilde seguidor nervionense acuda al Sánchez Pizjuán desafiando una noche fría como pocas para ver balones volar por los aires, para ver cómo su equipo pierde su identidad y para ver partidos aburridos y feos hasta el extremo y, para colmo, marcharse desilusionado por una nueva derrota de su equipo. Los aficionados blanquirrojos no ven ganar a su equipo en su estadio, en el asiento que pagan, y bien pagado, desde el pasado 8 de noviembre.

La predilección del técnico nervionense por un tipo del centro del campo parsimonioso y eminentemente destructivo no se entiende. El encuentro de ayer fue uno de esos ejemplos que se quedan en la retina. Ni Lolo ni Romaric construyen, pero es que tampoco destruyen con acierto, y el equipo se queda sin su medular, síntoma terrible, por otra parte. Jiménez lleva diciendo varias semanas que hay que hacer autocrítica y que hay que buscar soluciones, algo de lo que es el encargado, claro está. Y si el encargado no las encuentra, mal anda la cosa. Margen tiene, no cabe duda, pero tampoco es ilimitado. Porque las primeras plazas de la Liga se alejan y las eliminatorias de la temporada se juegan a una carta.

Desde la cúpula del club la razón más fría para exigir cuentas al entrenador es la clasificación. El Sevilla podría caer hoy a la sexta plaza o, paradójicamente, ser tercero, si el Dépor no gana y el Mallorca cayera por más de dos goles en el Bernabéu. Pero lo que debe preocupar es la ventaja que puede tomar el Valencia, tercero en la tabla, ese puesto para el que está destinado el Sevilla, según Del Nido.

Y lo peor de todo es que ahora llega el Barça, por partida doble. A tenor de la fiabilidad como local del Sevilla debe preocupar más la Copa, pero volver a caer en Liga puede dejar a Jiménez muy tocado.

  • 1