José Mourinho, técnico del Real Madrid, calificó su año 2010, en el que logró el triplete con el Inter de Milán y mantiene con opciones al conjunto madridista a todos los títulos, y aseguró que "de 1 a 10" se pone "un 11" en "el mejor año" de su carrera.
"Si hablamos de 2010 es el mejor año de mi carrera. Si hay que poner una nota desde el punto de vista profesional, de 1 a 10 me pongo un 11 porque gané todas las competiciones que podía ganar con el Inter y en el Real Madrid no hemos perdido ninguna posibilidad de ganar títulos. Para mí, la temporada perfecta", aseguró.
El cambio al Real Madrid y la forma de la que se vive el fútbol en España, con debates continuos y largas resacas de partidos, admite Mourinho que no le desgastan. Está con las mismas fuerzas que el primer día y reconoció que era más molesto algún trámite que vivió en el fútbol italiano. Aprovechó para mandar recados a Pep Guardiola y Unai Emery.
"La única cosa que me puede desgastar no es la presión exterior o que se hable de partidos durante la semana. Sufría más en Italia que aquí, donde tras el partido tienes 90 minutos de prensa con cinco directos con televisiones. Eso sí es desgaste porque terminas el partido cansado y quieres ir cinco minutos a la prensa para irte a casa", señaló.
"La única cosa que tengo que hacer ahora es no herir a ningún intocable y pedir permiso a compañeros de otros equipo para saber cuando puedo salir, si tengo que ir antes o después, porque alguno un poco más frágil quiere escoger el momento de salir y tengo que tener atención con eso", añadió en respuesta a las quejas de Emery cuando dijo que era de mala educación su comparecencia ante los medios después del entrenador local.
Con el próximo técnico que se cruza, Gregorio Manzano, también hay anécdota. Mourinho aseguró que no sabía quien era, en su rueda de prensa más tensa, en Auxerre. Ahora, demostró que ya conoce al técnico español.
"Puedo decir que es el entrenador del Sevilla, de un equipo que está lleno de jugadores de calidad y que como todos los entrenadores que vienen a Madrid, tendrá mi respeto y le esperaré para saludarle. Es un partido muy difícil ante un equipo que tiene ambiciones de acabar con su dinámica negativa de resultados que no tiene nada que ver con la calidad de sus jugadores", analizó.
Pidió Mourinho el apoyo de la afición del Santiago Bernabéu en el final de año. "La diferencia del partido la puede marcar la afición. Jugamos en casa donde siempre han estado, jugando mejor o peor, saben que el equipo da todo y sale a ganar cada partido".
"En los dos partidos que faltan para terminar el 2010 (Sevilla en Liga y Levante en Copa), la afición puede marcar la diferencia. Es mi llamada para que estén detrás de mi equipo, que entiendan que estamos en una situación complicada porque muchos jugadores no pueden jugar y estamos para dar todo", dijo.
Preguntado por el derbi catalán, entre Espanyol y Barcelona, Mourinho respondió que el único partido que le preocupa es el del Inter del Milán, su ex equipo, que se juega ante el Mazembe el Mundial de clubes.
"Voy a ver al Inter con la camiseta puesta. Quiero que sea campeón del mundo de clubes y quiero ver en su camiseta el escudo del campeón del mundo. Hemos jugado muchos partidos para llegar a esta situación. Tiene que ganar. No puede bromear", sentenció.
