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Mubarak rechaza ser el responsable de la muerte de manifestantes

El expresidente egipcio compareció ayer ante el juez acostado en una camilla debido a su delicado estado de salud.

el 03 ago 2011 / 15:07 h.

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Imagen captada del canal de televisión Al Arabiya que muestra al expresidente egipcio Hosni Mubarak en una camilla enjaulada dentro de un tribunal improvisado en la Academia de Policía en El Cairo.

El expresidente de Egipto Hosni Mubarak compareció ayer por primera vez ante la Justicia y, desde la camilla en la que asistió a la vista a causa de sus problemas de salud, negó cualquier responsabilidad en la muerte de 800 manifestantes durante las protestas de enero y febrero.

La Academia de Policía de El Cairo fue el escenario de este hito en la reciente historia de Egipto, que debe ahora pasar página de un régimen que se prolongó durante tres décadas y caminar hacia una democracia que, según los jóvenes que siguen manifestándose, no acaba de llegar.

Junto a Mubarak, las celdas instaladas en la sala de juicios acogieron también a los dos hijos del expresidente, Alaa y Gamal, al exministro del Interior Habib el Adly, así como a otros seis antiguos altos cargos. Entre los acusados también figura el empresario Hussein Salem, pero éste permanece detenido en España y, por tanto, será juzgado in abstentia.

Con el corán. Mubarak tiene que hacer frente a cargos relacionados con la muerte de manifestantes opositores, por supuesta corrupción y por gastarse dinero público. El fiscal sostuvo que el dirigente "tenía intención de matar a manifestantes en distintas provincias donde se estaban llevando a cabo protestas pacíficas por el deterioro de las condiciones" de vida en Egipto. Los asesinatos, precisó, fueron ordenados durante los 18 días que duraron las manifestaciones que forzaron finalmente su dimisión. También se le juzgan por más crímenes perpetrados entre 2000 y 2010.

"Rechazo por completo todas esas acusaciones", declaró Mubarak, en un paso también dado por sus dos hijos, que llevaban cada uno un ejemplar del Corán.Durante la revuelta que derrocó al régimen anterior, la Policía disparó pelotas de goma y balas reales y usó gases lacrimógenos contra los manifestantes en El Cairo y otras ciudades, causando la muerte de más de 800 personas y dejando heridas a más de 6.000. Cuando el presidente cedió el poder al Ejército , se marchó a Sharm el Sheij, en la costa del mar Rojo, donde su estado de salud ha ido empeorando.

Hasta horas antes del juicio se había especulado sobre si Mubarak, de 83 años, acudiría al tribunal por el delicado estado de salud al que siempre se ha referido su defensa, que también ha tratado de recusar a la corte por incompetente. Desde el pasado abril, ha estado hospitalizado en Sharm el Sheij. El juicio contra el expresidente egipcio se reanudará el próximo 15 de agosto, según anunció el magistrado encargado del caso, Ahmed Refaat, que explicó que Mubarak permanecerá ingresado hasta entonces en un centro hospitalario en las afueras de El Cairo, donde se le administrará el tratamiento que precise. El tribunal volverá a reunirse hoy para examinar el caso del ex ministro del Interior.

Si Mubarak es declarado culpable, podría ser condenado a pena de muerte.

El juicio contra el expresidente fue seguido por televisión, que recogió las imágenes de la esperada comparecencia, e incluso se instaló una pantalla gigante junto al tribunal.
Las fuerzas de seguridad realizaron un amplio despliegue, también en la plaza Tahrir , epicentro de las protestas que comenzaron el 25 de enero y derrocaron a Mubarak. En la zona había policías y militares con material antidisturbios, decenas de furgones policiales y algunos vehículos militares blindados, aunque los principales incidentes tuvieron lugar en las inmediaciones del edificio donde se celebró la vista.


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