De la popular Plaza del Llano al despacho de la Alcaldía apenas hay unos metros de distancia, en un paseo que la mujer que desde hace un año y medio lidera el proyecto colectivo de su pueblo conoce muy bien, porque lleva 16 años de compromiso político activo. De camino al Ayuntamiento, Angelines, como la llaman sus vecinos, atiende a quienes la requieren, y sostiene que su labor no se encierra en las cuatro paredes de un despacho, por contra, alcanza su plenitud en la calle. ¿Qué papel desempeña como alcaldesa para Cantillana? La alcaldesa tiene que tener mucha cercanía con las personas para saber lo que pasa y los problemas que tienen los cantillaneros, porque somos la administración más próxima. Hay mucha gente que piensa que tenemos la varita mágica para solucionar los problemas, y sin embargo muchos no están en nuestras manos y no tenemos medios para solventarlos, por eso asumimos también una función pedagógica para explicar qué podemos hacer, hasta dónde podemos llegar conforme a la ley, a las competencias que asumimos y a nuestros recursos. Me preguntan ¿Por qué no puedo hacer una segunda planta? Y tengo que explicar que hay unas normas urbanísticas que lo impiden, por ejemplo. No tenemos horas, todo mi tiempo lo dedico directa o indirectamente a mi pueblo y a tratar de ayudar a los cantillaneros.
¿Qué pensó que podría aportar cuando decide presentarse a unas elecciones municipales? Me presenté por primera vez hace 16 años, los que llevo en la política local. Desde 1999 había compatibilizado la concejalía en el equipo de Gobierno del Ayuntamiento con la Diputación de Sevilla, llevando el área de Servicios Sociales e Igualdad, y estuve también 9 años en la Junta de Andalucía, desde el Instituto Andaluz de la Mujer. Esa experiencia a nivel local y provincial creí que tenía mucho sentido que pudiera aprovecharla mi pueblo, además de la visión como mujer y la manera de hacer las cosas respondiendo a los nuevos tiempos tratando de devolver a Cantillana cuanto había aprendido años atrás.
¿Qué atributos hacen a una persona que asume el desafío de liderar el proyecto colectivo de un pueblo? La cercanía en el despacho, y sobre todo en la calle porque al final todos somos vecinos. El saber estar a pie de obra en contacto directo con la gente es fundamental.
Me considero una persona muy operativa y me exijo bastante. En este sentido la figura del interventor y del secretario del Estado en el Ayuntamiento es importante, y ahora con el poder enorme de fiscalización que se les ha dado desde el Gobierno central, debo tener también la capacidad de explicar a los vecinos hasta dónde podemos hacer, y por qué no es posible hacer más ya que estaríamos prevaricando o contraviniendo la normativa vigente.
¿En qué circunstancias llegó a la Alcaldía? Creo que llegué en el peor momento del sistema democrático para los ayuntamientos, que vieron cómo la construcción se venía abajo, cómo se mermaban los ingresos de que disponíamos para hacer frente a los servicios y mantener la actividad con normalidad, y también para el PSOE, que en esta comarca perdió la mayoría de las Alcaldías en los últimos comicios.
¿Cuál está siendo su apuesta? Este equipo de Gobierno asumió 16 meses después de que se iniciase la legislatura, el 20 de octubre de 2012, al salir adelante una moción de censura al PP. Hicimos en tres meses dos presupuestos porque los del año 2012 no se habían aprobado y necesitábamos cerrar las cuentas para seguir operativos, ya que es la herramienta fundamental del Ayuntamiento. En enero aprobamos los de 2013 para dar respuestas al pago a Hacienda y a proveedores, porque el anterior equipo de Gobierno había dejado de pagar. Trabajamos para presentar proyectos ante la Diputación y la Junta con el propósito de que llegasen fondos para financiar programas y recursos para infraestructuras: pusimos en marcha talleres de empleo, con dos módulos, y ahora acometemos unas obras de remodelación en el antiguo convento para hacer un Centro Cívico que estará culminado el 30 de junio y será la sede del futuro Museo Ocaña en nuestro pueblo.
Hemos desbloqueado las obras de la piscina cubierta, que supusieron una inversión de 1 millón de euros y en los 16 meses de gobierno del PP estuvieron paralizadas. Se trata de una infraestructura muy demandada que está hecha a nivel comarcal: no hay ninguna piscina de estas características en las comarcas de La Vega y la Sierra Norte de nuestra provincia, por eso tiene un gran potencial y esperamos ponerla próximamente en funcionamiento.
Entre nuestras prioridades está también dar pronta solución a los vecinos de la urbanización La Pastora porque Sevillana Endesa cortó el suministro eléctrico en la zona a finales de mayo del año pasado, ya que el servicio se había mantenido en situación irregular, y en 16 meses del gobierno anterior tampoco pudieron solventarlo.
Tenemos un potencial turístico aún por explorar. Trabajamos en una Ruta Infantiana para dar a conocer el legado de Blas Infante en Cantillana, de donde se inspiró el Himno de Andalucía o su obra El Ideal Andaluz, y elaboramos un plan municipal de turismo que va a repercutir en la recuperación económica.
¿Con qué aliados cuenta para desarrollar esta labor desde el Ayuntamiento? Por un lado la implicación de los trabajadores municipales es fundamental para llevar a cabo cada proyecto, sin ellos esto no sería posible. El equipo de Gobierno que me acompaña es un aliado básico también, y los diferentes colectivos locales con los que nos reunimos en medio de esta crisis brutal hacen también una tarea encomiable. De ahí ha nacido una iniciativa que es la Red de Solidaridad, junto a los Servicios Sociales, para trabajar todos unidos y ayudar a las familias que tienen hoy más necesidades.
¿Se ve con fuerzas para mantener ese compromiso y presentarse a las próximas elecciones? Sí me veo con ganas de seguir supliendo la escasez de recursos del Ayuntamiento con imaginación; reinventándonos y con originalidad, aportando valor en todas las áreas a Cantillana, sin que suponga un gran costo para las arcas municipales.
