Cuando salieron a la luz, muchos creyeron que Mojinos Escozíos serían flor de un día, un producto con fecha de caducidad a corto plazo, hilarantes pero fugaces como un chiste. Han pasado 17 años, son ya nada menos que trece discos en su haber, y lo cierto es que la banda liderada por el Sevilla puede presumir de haber sobrevivido a muchas tormentas del mercado discográfico, y haberse granjeado el respeto de todo el mundillo musical. Para convencer a los pocos escépticos que puedan quedar por ahí, acaban de lanzar un nuevo disco de tríos que han titulado Mená chatruá.
"Se trataba de diferenciarnos un poco del resto", asegura el cantante sevillano. "La idea del dueto hace mucho que la barajábamos, pero después del Papito de Miguel Bosé el listón había quedado demasiado alto, fue tal pelotazo que nos obligó a aparcarlo indefinidamente. De modo que sacamos Papito el mío y le dimos vueltas a la cabeza, hasta que se nos ocurrió lo de los tríos".
Lo que no podían imaginar al principio es que se trataría de una empresa tan complicada. "Casi todos vinieron en cuanto los llamamos, y con la única condución de que no podrían traer productores, todo correría de nuestra cuenta. Por lo demás, todo se ha hecho con su visto bueno, no hay ni una foto publicada sin permiso de los artistas. Pero luego vino la complicación de las fechas, el que no estaba grabando tenía giras, o algún problema de salud... Puedo asegurarte que no volveremos a meternos en un berenjenal semejante", agrega El Sevilla.
La lista de invitados de Mená chatruá es, en efecto, impresionante. Ahí está Miguel Ríos en el tema No se puede fumar; David de María en Chow Chow; Mägo de Oz en Mi jefe; Miguel Campello y Los Delinqüentes en No tienes huevos; José Manuel Casal y Pau Donés en La invasión de las ladillas enfuresidas; Rosa López y Pimpinela en Ábreme la puerta; Melendi y Ariel Rot en Al carajo; Edurne y David Summers en Qué güeno que estoy; Chenoa en Qué bonito sería o King África en La canción del verano.
"No hemos llamado a nadie por interés comercial, todos tienen relación con Mojinos. Rosa nos pedía camisetas para su hermano hace ya un montón de años, con Chenoa coincidimos en un programa de televisión, con David Demaría en mil platós; con Miguel Ríos grabamos en un disco de tributo, con Rosendo y Mägo hemos hecho tela de festivales; a David Summers le he contado como un millón de veces que cuando tenía 15 años me llevaba su cinta a la piscina para ligar con las niñas. Con el Koala nos hemos tropezado por todas partes desde los tiempos de Los Ducati, y con Pepe Begines igual, con los Chanclas... Son vivencias que van más allá del hola, quá tal. Y de paso, demuestran el grandísimo sentido del humor que tienen todos, sin excepción", agrega.
Sólo se echa de menos a una estrella: Miguel Bosé. "Fue el primero que dijo que sí, pero luego ha estado de gira por Sudamérica, lo cual dificultaba mucho la grabación. Pero algún día lo haremos, sin duda", asegura El Sevilla.
Al tiempo que les sirve para alardear de amigos ilustres, Mená chatruá demuestra de paso que un buen montón de temas que ya tienen solera siguen funcionando a la perfección. "Sabemos que nuestras canciones están vivas, y no sólo porque no paramos de tocar y de ver cómo las corean chavales que no habían ni nacido cuando las escribimos. Lo que nos gusta es ver cómo letras que incluso salen de chistes trillados, más antiguos que el cagar, son capaces de divertir y de quedar en la memoria de la gente", señala.
Otra cuestión digna de estudio es el amplísimo espectro de seguidores que posee el grupo, y que va de pacíficos señores entrados en edad que sólo quieren divertirse un rato, a aguerridos heavies que se reconocen en las parodias de Mojinos. "Nunca nos han aceptado como banda heavy, pero hay una parte del grupo que se considera heavy de toda la vida. Nosotros lo que hacemos es rock and roll, y después de telonear a Manowar y a Napalm Death, y de tocar en el Viña Rock, creo que nos hemos ganado honradamente a ese público. Ahora hay grupos duros que dicen: después de Mojinos, no tocamos".
Donde no se ven los sevillanos es en la pantalla grande, aunque ya regalaron a sus fans "un largometraje chusquero" en uno de sus discos. "También nos ofrecieron hacer un proyecto con Dani, de El Canto del Loco, y dijimos que no lo veíamos. Primero, porque una cosa es meter a 55.000 personas en el Vicente Calderón, y otra meterlas en una cola para verte en el cine. Y otra, es que rodar supone perder un año entero, desde que recibes el guión hasta que estrenas. No puedes permitirte perder todas esas galas. Lo mismo pasa con Eurovisión: como ganes, olvídate de las fechas que tengas firmadas, es un lío", apostilla el líder del grupo.