Cultura

Muere el actor José Luis López Vázquez a los 87 años

El actor José Luis López Vázquez, protagonista de película como "El pisito" o "Mi querida señorita", ha fallecido hoy en su domicilio.

el 02 nov 2009 / 13:21 h.

José Luis López Vázquez en una escena de la película "La cabina" del año 1972.

El actor José Luis López Vázquez, protagonista de película como "El pisito" o "Mi querida señorita", ha fallecido en su domicilio madrileño a la edad de 87 años, después de una larga enfermedad. El actor madrileño, nacido el 11 de marzo de 1922, llevaba ya una larga temporada enfermo, desde su regreso al cine con la película "¿Y tú quién eres?", de Antonio Mercero, rodada hace un par de años.

A lo largo de su carrera ha recibido la Medalla de Oro de Bellas Artes (1985), el Premio Nacional de Teatro 2002, el Goya de Honor 2004, además de la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo 1997 o la de Oro al Mérito en la Bellas Artes 2001. Entre sus películas destacan títulos como "Plácido", "El Verdugo", "Peppermint Frappé", "Atraco a las tres", "La Prima Angélica" y la trilogía de "Patrimonio Nacional", de Berlanga, además del gran éxito de televisión "La Cabina", que recibió el Premio Emmy en 1973. Debutó en 1940 en el Teatro María Guerrero en la obra "El anticuario", de Suárez de Deza y Luis Escobar, y en el cine en 1946 en "María Fernanda la Jerezana", de Enrique Herreros.

José Luis López Vázquez, actor de cine, teatro y televisión, nació  en Madrid en 1922. Pronto se decantaría por el mundo de la  interpretación al abandonar sus estudios a finales de los años 30. En  1939 ingresó en la Organización Juvenil y fue destinado a los  Servicios de Prensa y Propaganda. Tiene en su currículum más de 200  películas.

Con 17 años ingresó en el Teatro Español Universitario (TEU),  donde coincidió con el director teatral Modesto Higueras, para  realizar posteriormente sus primeros trabajos en el cine como  figurante y asistente de dirección en películas como 'María Fernanda,  la jerezana' (1946).

Tras estos trabajos, su debut como actor se produjo en el Teatro  María Guerrero de Madrid en 1946 donde sustituyó al actor Félix  Navarro, en la obra 'El Anticuario' y formó parte de las compañías de  Conchita Montes y Alberto Closas.
Después de una gira con el TEU por Alemania, colabora con el  también actor y director teatral Adolfo Marsillach en la obra  'Bobosse'. Pero es en la década de los 50 cuando da el salto al cine  y comienza a labrar sus primeros éxitos como actor.

Títulos claves de esta etapa son 'Novio a la vista' (1953), con el  director José Luis García Berlanga; 'Esa pareja feliz' (1951),  codirigida por Berlanga y Juan Antonio Bardem, y, con especial  relevancia para el público de la época, el papel principal de 'El  pisito' (1958), de Marco Ferreri. A partir de 1960, López Vázquez comienza a centrar sus  interpretaciones en el cine con películas tan conocidos como 'El  verdugo' (1964), de Luis García Berlanga.
Premio Nacional de Teatro en 2002, en sus primeros trabajos en el  celuloide protagonizó sobre todo comedias, como pareja de Gracita  Morales. No sería hasta los años 70 cuando empezara un carrera en el  drama.

Además del Nacional, el actor recibió numerosos galardones, varios  del Círculo de Escritores Cinematográficos (CEC) por '091, Policia al  habla', 'Peppermint Frappé' o 'Mi querida señorita', el Sant Jordi al  mejor actor por 'Plácido', la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas  Artes, el Goya de Honor en 2004 o el Premio Nacional a 'Toda una  Vida', de la Unión de Actores. López Vázquez, intérprete del cine español con uno de los  historial más relevantes, se consagró como uno de los actores más  destacados y prolíficos de los últimos cuarenta años. También destacó  como actor en televisión, con series como 'Los ladrones van a la  oficina', y fue el protagonista del mediometraje 'La cabina' (ganador  de un Emmy), de Antonio Mercero.

'Una muchachita de Valladolid', 'Los tramposos', 'Tres de la Cruz  Roja', 'Vuelve San Valentín', 'La gran familia', 'Los  guardiamarinas', 'Sor Citroën', '`Cómo está el servicio!', 'Operación  Mata-Hari', 'La decente', 'La escopeta nacional', 'La verdad sobre el  caso Savolta', 'Mamá cumple 100 años', 'Patrimonio Nacional', 'La  colmena', 'La Corte del Faraón', 'Moros y Cristianos', 'Todos a la  cárcel' o 'Torrente 2, misión en Marbella', fueron sólo algunos de  los cientos de títulos en los participó.

 López Vázquez dio prueba de una clara conciencia de lo que era, lejos de lo que representaba y, en sus últimos años, mostró una resignación forzada ante el inevitable proceso de envejecimiento. Y todo ello a través de frases lapidarias.  

"Si el precio de la sabiduría es la vejez, prefiero ser imbécil". -

"Uno, como tiene poco palmito, se adorna de algo aparente. Yo sé que soy un ser un poco insignificante, vulgar?, ni siquiera de joven me daban papeles de galán".

"Puede ser que mi aspecto facilite que los espectadores se identifiquen conmigo. Pero es lo que constaba en el guión. Yo nunca he sido así: nunca he tenido nada que ver con ese personaje que iba detrás de las señoras como un loco. Simplemente, sabía hacerlo". 

''Qué serio es usted, no parece tan gracioso como en el cine'. Pues sí: soy una persona grave, tímida e inhibida de muchas cosas. No me gusta el jaleo ni la masificación; nunca me verá en El Corte Inglés. Prefiero el sosiego, la tranquilidad, el orden, la independencia".

"Me saca de quicio la falta de educación, la desconsideración y el oportunismo. Los actores asumimos estas pequeñas agresiones, pero a alguien sensible como yo le perturban mucho".

"Me cuido porque en esta profesión hay que tener una salud de hierro, pero no hay que abusar, hay que tener una disciplina. A mí, en señor y bajito, me pasa lo mismo que a las actrices que no quieren engordar".

"Fui un niño muy desarraigado. Mi padre se largó de casa cuando yo apenas tenía uso de razón. Me crié con mi madre, que ganaba tres pesetas al día, con mi abuela y con un tío soltero que hizo de padre. Vivíamos en una indigencia espantosa, pero nunca conocí la envidia ni el resentimiento".

 "Nunca he tenido que pedir nada, ni que me dieran un puesto o un personaje; siempre han venido a mí".

"A la fuerza ahorcan, a mí no me gusta nada volver al hotel a las tres de la mañana, pero es un trabajo que hay que hacer porque para eso somos actores".

"No hay que andar con la rémora del pasado. A mí España cada vez me parece un país más caótico y deshumanizado. Estamos fiscalizados por el gobierno, controlados por internet, no hay intimidad, no hay respeto por los mayores... somos más europeos, pero seguimos con la boina puesta".

"Yo creo que, cuando se depende de un sueldo, no se hace uno rico. Me gustaría jubilarme, pero no me queda más remedio que trabajar para comer. Encima la AISG (Artistas e Intérpretes Sociedad de Gestión) me parece a mí que no está al día. Si le digo la verdad, cobro poquísimo por derechos de imagen. Por la tele echan prácticamente una película mía al día, y por un pase me pagan mil y pico pesetas. Me dan ganas de decirles: ¿esto cómo se cobra?, ¿cojo un taxi y me gasto lo que me dais en la carrera?".

"El artista es un ser muy difícil de acomodarse a una dependencia. Cuando se quiere pintar, escribir o crear algo no hay nada como la soledad. A mí me gusta pensar, reflexionar, y cuando me emociono me gusta compartirlo, pero he echado en falta esa sensibilidad en la pareja".

"Realmente soy muy desconfiado, quizá por autodefensa. Procuro estar a cubierto de las eventualidades y de las decepciones para no disgustarme, para no hundirme".

"He hecho mucho humor porque es lo que me gusta. Pero nunca me he sentido encasillado, aunque estarlo no me parece un defecto. Encasillado estaba Chaplin, los hermanos Marx, Woody Allen...".

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