Rayan, el bebé de Dalila Mimouni -primera víctima mortal de la gripe A en España- falleció ayer en el hospital Gregorio Marañón de Madrid por un "terrorífico error profesional". Una enfermera con escasa experiencia en Neonatología, según los sindicatos, se equivocó al alimentarlo por vena en vez de por sonda.
El bebé nació por cesárea el pasado 30 de junio a los siete meses de gestación debido a que su madre se encontraba ya en una situación crítica. De hecho, falleció horas después del alumbramiento con sólo 20 años. El pequeño continuaba con vida hasta ayer en la UCI del Gregorio Marañón bajo estricta vigilancia médica. El gerente del hospital explicó que el personal de enfermería "confundió la vía de administración de una fórmula láctea específica para niños prematuros y la introdujo en vena, cuando debía ir por la vía nasogástrica".
"Es una gravísima negligencia que no tiene excusa", porque en el envase viene "perfectamente especificado", pero "por un error que desconocemos, el profesional se equivocó" al administrarle el producto. La enfermera que cometió el "error" desarrollaba su primer día en Neonatología, según explicó el secretario general del sindicato de Enfermería SATSE en Madrid, José María Porras.
La fórmula láctea administrada no reúne las características necesarias para ir directamente a la sangre, por lo que provocó el colapso en el organismo del bebé y en pocas horas, la muerte celular. Barba anunció que "el hospital asume toda la responsabilidad". Según relató, el niño "estaba evolucionando bien", cuando el domingo, a las 21.00 horas se le administró este producto por vía errónea aunque se detectó el error.
A las 22.10 horas los sanitarios "se pusieron a trabajar con el niño" y "se activaron todos los protocolos e intentaron limpiarle la sangre". Todo los esfuerzos resultaron inútiles y el bebé pereció ayer por la mañana. Barba, visiblemente afectado, recalcó que "la familia está destrozada" y agregó que para él, personalmente fue "uno de los peores momentos" de su vida profesional. Respecto a la posibilidad de que la familia de Rayan denuncie al hospital por negligencia, Barba dijo que "asumen todas las responsabilidades humanas".
Agregó que en el caso de la madre, "se podría discutir, pero en este no hay ninguna excusa" y, de hecho, se ha abierto una investigación interna sobre la persona que cometió el error.
No ha pensado ni en interponer querellas ni se ha puesto en contacto con abogados, "en este momento toda mi preocupación y mi tiempo es para mi hijo", dijo a Efe Mohamed, el padre de Ra-yan. El 2 de julio sí anunció que denunciaría al Gregorio Marañón al considerar que a su mujer no le practicaron las pruebas suficientes cuando había acudido al centro hasta en tres ocasiones antes de que se le detectara el virus H1N1.
Por su parte, fuentes de la consejería indicaron que dos enfermeras han sido apartadas del servicio y que los hechos ya están en conocimiento del juez. De forma paralela, la consejería ya ha abierto una investigación sobre este caso al tiempo que la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, lamentó la muerte del bebé y aseguró que los servicios sanitarios "trataron de salvar su vida desde el primer momento".
