Un hombre de 32 años de identidad española y de «piel morena» falleció ayer en la avenida de Montesierra de la capital sevillana al ser atropellado mortalmente y de manera intencionada después de participar en una reyerta en el interior de un local de copas en la que se vieron involucradas varias personas, según informaron fuentes del servicio de emergencias 112. El suceso se produjo sobre las 7.45 horas de la mañana, cuando el 112 recibió varias llamadas avisando de que un hombre estaba en la avenida de Montesierra herido y sangrando. La identidad de la víctima responde a las iniciales F.J.G.M., de 32 años y vecino de la barriada de Los Pajaritos, cercana al lugar donde se produjeron los hechos. Fuentes de la Policía Local informaron de que los agentes que acudieron al lugar de los hechos constataron que se había producido un atropello intencionado por un vehículo que se dio a la fuga y que, por tanto, se trataba de una muerte violenta, por lo que la Policía Nacional se hizo cargo de la investigación. Hasta el lugar de los hechos se trasladaron efectivos de la Policía Local y Nacional y sanitarios, que certificaron la muerte del joven. La pelea que degeneró en el atropello mortal de la víctima se produjo en el interior del cafe-bar de copas La Trocha, un local situado en la avenida de Montesierra, al lado del concesionario de BMW y enfrente de una gasolinera de Repsol, en una gran avenida, cercana al centro comercial Los Arcos, dominada por la presencia de las naves del Polígono Industrial Carretera Amarilla. Un lugar inhóspito, quizás, para tomar una copa. Según reza en los reclamos comerciales de la fachada del local, el bar en cuestión ofrece flamenco en directo, guisos gratis los fines de semana y comida rápida durante la madrugada, aunque según el testimonio de las empleadas del comercio paredaño, Reformas Hiper Baño Playdur, no es un bar donde se originen habitualmente peleas. Según las declaraciones de algunos testigos recabadas por la Policía, la víctima se habría visto envuelta en una violenta discusión en el interior del local con el supuesto agresor y con varias personas más, una pelea que pudo haber tenido una réplica a las puertas del bar. Al intentar abandonar a pie el lugar de los hechos, la víctima fue embestida por el vehículo del agresor, al que algunos testigos identifican como un Fiat Punto de color gris, dejándola malherida y dándose inmediatamente a la fuga. El joven atropellado podría haber intentando levantarse y pedir ayuda, ya que a lo largo del carril-bici que hay en la zona fue dejando todo un reguero de sangre hasta caer desplomado sobre la acera a unos cien metros del local La Trocha y cerca de una parada de autobús. Rafa, un albañil que acudía a las 7.50 horas a realizar una reforma en el gimnasio Fitness Place Sport Center, ante cuya fachada cayó desplomada la víctima, aseguró que al llegar a su trabajo la Policía mantenía acordonada toda la zona y le impidió el paso. «Todavía tengo los pelos de punta. Había ocho o diez coches de Policía y una ambulancia. La víctima tenía los pies sobre el bordillo de la acera y alrededor de la cabeza tenía un gran charco de sangre. Aunque estaba tapado con una manta térmica, se le veía la mitad de la cara. Era un hombre morenito de piel, de unos 30 años, de pelo rizado y con mucha sangre en la cabeza». Una empleada del supermercado Aldi, situado en la misma acera, aseguró que la Policía interrogó al primer cliente de la mañana, un hombre que paseaba a su perro, y que fue testigo de los hechos. Según el testimonio de este vecino, serían cuatro los individuos que se habrían visto envueltos en la pelea contra la víctima. La Policía mantuvo durante toda la mañana una custodia ante las puertas del local a la espera de interrogar al dueño y recabó las imágenes de las cámaras de los edificios de la zona.