Los cinco militares españoles que fallecieron ayer en el cuartel madrileño de Hoyo de Manzanares durante unas maniobras de desactivación de minas explosivas eran "algunos de los mejores expertos" en este campo, según aseguró ayer la ministra de Defensa, Carme Chacón.
Además de los fallecidos, hubo tres heridos más, de los que dos de ellos se encuentran en estado grave. Se trata del accidente más grave de la última década.
En declaraciones a los periodistas, la ministra explicó que los hechos ocurrieron tras "una explosión de gran magnitud" mientras los militares se encontraban colocando cargas explosivas con las que iban a destruir unas minas anticarro que ya habían sido desactivadas, es decir, que no tenían detonador, aunque sí carga explosiva, con vistas a participar en el próximo relevo de las Fuerzas Armadas españolas en la misión que la ONU desarrolla en Líbano.
Para poder destruirlas, se habían colocado junto a las minas una serie de cargas explosivas "mínimas" que debían ser activados a distancia para la explosión controlada. Sin embargo, uno de estas cargas, por circunstancias que se desconocen por el momento, se ha activado antes de que los ocho militares pudieran alejarse lo suficiente del lugar.
"Se preparaban para salvar vidas en Líbano cuando han perdido las suyas", destacó la responsable de Defensa. Además, también explicó que dos de los tres heridos tienen pronóstico grave y, tras ser evacuados en helicóptero, estaban siendo intervenidos ayer en el Hospital militar Gómez Ulla.
El tercero, con heridas de carácter leve, fue trasladado al Puerta de Hierro. Según indicó, algunos de ellos "acababan de volver" de participar en la misión que la OTAN desarrolla en Afganistán, en la que habían realizado "un excelente trabajo". El grupo formaba parte del contingente que se desplegará próximamente en Líbano.
Uno era andaluz. Los cinco militares fallecidos tenían nacionalidad española, edades comprendidas entre los 25 y los 44 años y experiencia en misiones internacionales, ya que todos habían participado en al menos dos operaciones en el exterior: Sergio Valdepeñas Martín (Madrid, 1976), sargento primero del Ejército de Tierra de la Brigada Acorazada XII de El Goloso, Madrid. Mario Hernández (Madrid, 1977), sargento también del Ejército de Tierra de la Brigada Acorazada XII de El Goloso, Madrid.
El tercero de los fallecidos fue Miguel Ángel Díaz (Salamanca, 1985), cabo del Ejército de Tierra destinado en la Brigada Acorazada XII de El Goloso. Víctor Manuel Zamora (Chile, 1966), sargento primero de Infantería de Marina de la Armada en la Brigada de Infantería de Marina en San Fernando, Cádiz. Y el último de ellos fue Javier Muñoz (San Fernando, Cádiz, 1974), cabo primero también de Infantería de Marina de la Armada en la Brigada de Infantería de Marina en San Fernando, Cádiz.
La ministra, que se desplazó a Hoyo de Manzanares acompañada por la cúpula militar "para conocer de primera mano todos los detalles de este desgraciado accidente", explicó que se contactó con todas las familias, a las que trasladó el "más sentido pésame" y en el de todo el Gobierno. Chacón también indicó que informó personalmente al Rey y al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Don Juan Carlos se encontraba de viaje oficial por Rusia, junto a la doña Sofía, camino de San Petersburgo.
La explosión tuvo lugar en el campo de entrenamiento de la academia madrileña. En este recinto se sitúan también el Centro de Excelencia contra Artefactos Explosivos Improvisados, que colabora con la OTAN, y el Centro Internacional de Desminado. Tras la explosión, acudieron dos helicópteros sanitarios y dos UVIS, cuatro ambulancias, un vehículo de intervención rápida y una dotación de Bomberos.
