Nueve agentes de la Policía murieron ayer y siete más están desaparecidos de entre los 38 que estaban secuestrados por un grupo de indígenas en la zona de Bagua, escenario de violentos enfrentamientos el viernes. Así lo confirmó el ministro de Defensa, Antero Flores-Aráoz, tras añadir que 22 agentes fueron liberados con vida.
Los rehenes estaban retenidos en una estación de bombeo de petróleo en un lugar llamado Imazita (Bagua, norte de Perú) por centenares de manifestantes, después de una sangrienta jornada de protesta. El ministro de Defensa informó de que el puesto 6 de Imazita, tomado por los indígenas "ya ha sido recuperado" por las fuerzas del orden y los 22 policías liberados se encuentran a salvo en un cuartel militar de la zona.
La muerte de los nueve policías ayer aumenta a 20 el número de agentes fallecidos. Además de los policías, el Gobierno asegura que hay tres civiles fallecidos en los enfrentamientos, aunque fuentes médicas aseguran que son 25.
También en el norte peruano, la Policía halló ayer diez cuerpos carbonizados de los miembros de una secta cristiana.
