PSOE y PP ya han dado el pistoletazo de salida a la precampaña oficiosa -la oficial arranca 15 días antes de las elecciones- de las municipales, una cita que absorberá los esfuerzos de los partidos en el nuevo curso político. No son unos comicios cualquiera. Las grandes formaciones se lo juegan todo en mayo de 2011 porque las locales serán el primer asalto a las autonómicas del siguiente año. Socialistas y populares llegan a esta carrera con momentos internos opuestos. Al PP las encuestas le dan por primera vez la victoria en Andalucía, fruto del desgaste del Gobierno por la crisis, y, aunque está eufórico, tratará de contener ese optimismo para evitar que el electorado de izquierdas, ahora desencantado, se movilice en su contra. El enorme hastío de sus votantes, motivado por la crisis y el paro, es el principal hándicap contra el que deberá luchar el PSOE-A. Su secretario general, José Antonio Griñán, ha marcado a los suyos el reto de reconquistar e ilusionar al electorado.
Las municipales serán cruciales para los grandes líderes. Es la primera prueba de fuego para Griñán desde que asumiera en marzo las riendas del PSOE andaluz, tras la sucesión pacífica de Manuel Chaves. Por su parte, el presidente del PP-A, Javier Arenas, sabrá, según el resultado de las locales, si tiene opciones o no de llegar a la Junta en 2012. Será su cuarto intento, tras perder tres veces unas autonómicas. Aunque su liderazgo interno es incuestionable, son muchos los votantes del PP que quieren que haya un relevo en el partido, según el último Barómetro Pulso para El Correo. El PP está poniendo toda la carne en el asador de cara a los comicios locales -ya ha presentado a 650 candidatos- porque confía en que se produzca un vuelco en el mapa electoral que lo lleve a la Casa Rosa.
PSOE y PP afrontarán las municipales también de forma distinta, buscando tapar sus respectivos agujeros o potenciar sus mejores avales. Los socialistas tienen la hegemonía del mapa local ya que cuentan con más alcaldías (491) que el PP (140), pero los populares, cuya asignatura pendiente son las ciudades medias y los pueblos del interior, dominan en las capitales -ganaron en las ocho pero gobiernan en cinco por los pactos de PSOE e IU- y en la costa desde 1995. Ahí presentarán a los actuales alcaldes, la mayoría muy consolidados como Teófila Martínez y Pedro Rodríguez, que llevan 15 años de mandato en Cádiz y Huelva, respectivamente; Francisco de la Torre en Málaga o José Torres Hurtado en Granada, todos ellos regidores de mucho tirón que arrasan en las urnas.
Frente a los alcaldes veteranos del PP, el PSOE presentará a muchas caras nuevas en las capitales, donde llevan 15 años sin dar en la tecla. Antes de verano se despejaron todos los nombres excepto el del candidato a la Alcaldía de Córdoba, a expensas de que el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, acepte el reto. Sólo la alcaldesa de Jaén, Carmen Peñalver, repite. Del resto de candidatos, la mayoría son desconocidos pero cumplen con la premisa de Griñán de que, si pierden, seguirán ocho años en la oposición. Esta exigencia, que ha echado para atrás a pesos pesados del socialismo, pretende evitar que se repitan abandonos como los de Javier Torres Vela en Granada, Marisa Bustinduy en Málaga o Paulino Plata en Marbella. El perfil del aspirante socialista en las capitales es el de un licenciado universitario, en torno a los 40 años, funcionario o con experiencia en la administración, conocedor de las redes cociales y con una imagen fresca. Todos serán confirmados oficialmente en septiembre. En Málaga y Almería otros aspirantes han pedido primarias, pero esta posibilidad ha sido deshechada por el PSOE-A para evitar conflictos como el de Madrid. Además, los elegidos cuentan con gran respaldo interno.
minoritarios. En la pugna local, IU confía en mantener sus votos y en revalidar los pactos con el PSOE. El PA luchará por sobrevivir y conservar los pocos feudos que le quedan, bajo la amenaza de los grandes, que lo engullen todo.