Cultura

Música de hoy, con Mayúsculas

el 02 dic 2010 / 18:04 h.

Que en un escenario de crisis que viene afectando muy duramente al ámbito cultural en Sevilla se consolide (por mor de Cajasol, la Universidad de Sevilla y el ICAS del Ayuntamiento) un nuevo Ciclo de Música Contemporánea -a sumar junto con el veterano que se celeba en el Teatro Central- es una gran noticia.

El conjunto sevillano Zahir Ensemble está empeñado en aumentar la afición por un género que poco a poco está perdiendo su estigma de intransitable. El carácter arriesgado y venturoso de la música de hoy quedó de relieve en el concierto que el martes ofreció en la Sala Joaquín Turina, un programa sin medias tintas, bien planteado, valiente en sus presupuestos estéticos y del todo inusual por estos lares.

Con las luces apagadas y en un clima de total concentración Zahir Ensemble presentó la música del austriaco Christian Ofenbauer, concretamente su Streichquartettsatz N.2 (2008). Obra de enorme exigencia para el oyente que se ve inmerso en una experiencia sonora de rasguidos y levedades, de notas perdidas que fluctúan en un vasto paisaje silente y árido que atrapa por su crispada morfología. Gran música la de Ofenbauer, retadora y netamente germánica -la sombra de Lachenmann es alargada- y bien servida por un entregado cuarteto de cuerdas.

Tocar a Luis de Pablo y contar con su aprobación (presente en la sala) no es cualquier cosa. Eros (1993) es una ambiciosa partitura para conjunto aguerrida en los dúos (violonchelo vs piano y/o percusión) y con un discurso tímbrico de férrea abstracción aunque con remansos de atonal clasicismo que susurran la música del actual maestro bilbaíno. García Rodríguez dirigió con gesto preciso y músicos como Alfonso Rubio (flauta) y Julio Moguer (piano) le entregaron el máximo. Comenzó el recital con un conciso y valioso Quinteto (1959) de Kurtág. La próxima cita, en marzo, con Cendo y Vivier en los atriles. Más música de hoy, de la que se escribe con mayúsculas y (presagiamos) vencerá al tiempo. 

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