Lo veíamos venir. Instalada la conciencia verde sobre nosotros y con un problema acuciante de agotamiento del petróleo, la alternativa del automóvil limpio tendría que premiarnos pronto. Y es que el coche eléctrico ya está listo para transformar nuestro concepto de movilidad, y qué mejor que conducir sin emitir gases contaminantes, sin ruido, para luego dejar el coche repostando mientras dormimos.
I-Miev es la apuesta de la compañía japonesa Mitsubishi en el automovilismo ecológico, es urbano y lo que lo hace más cercano y accesible es que ya se produce en serie. En el país nipón ya se comercializa y a partir de diciembre de este año la firma lo venderá en Europa. Pero entrecomillemos lo de accesible: es caro adquirir este utilitario en Japón -32.000 euros-, y lo será más aún en España.
"El coche eléctrico va con la génesis del automóvil. La revolución está en la batería ión-litio", afirma el director comercial de Mitsubishi España, Miguel Ángel Cano, que vino a Sevilla a presentar a la Junta de Andalucía lo que considera "la movilidad del futuro". Sin embargo, asegura Cano, "aún resulta caro fabricar estas baterías". De momento, lo que Mitsubishi pretende es hacer una ronda de presentación a instituciones y grandes corporaciones interesadas en renovar la flota de los automóviles pensando en el medio ambiente.
I-Miev parece por fuera como propulsado por el aire, sin humos, ligero, sin vibraciones, pero sobre todo, sin ruido. Es absolutamente silencioso, no se sabe si está en marcha o no, lo que "puede ser un inconveniente", reconoce Miguel Ángel Cano, "puesto que tenemos hecho el oído al ruido del motor y, parado, el coche de enfrente puede pensar que no vamos a salir". En el interior, más de lo mismo. Si no fuera por el Ready que aparece iluminado, el conductor creería que está apagado. "Hay que seguir avanzando en sus prestaciones".
Pensado para la ciudad, la batería de alta capacidad que tiene este modelo de Mitsubishi, permite "cubrir al ciudadano un 80-90% de su actividad diaria". En siete horas se carga por completo en un enchufe convencional y el coche puede recorrer 160 kilómetros. Cuando se generalicen los puntos de recarga, el conductor no tiene más que aparcar el coche y recargarlo mientras hace la compra o se toma un café. ¿Un café demasiado largo? Puede, pero existe la alternativa de la recarga rápida a través de un enchufe trifásico, de manera que la batería quedaría lista en 25 minutos. Otro inconveniente: dentro de las ciudades sólo habrá puntos de carga normal, con lo que hay que prevenir salir bien cargados de casa o no tener prisa cuando queramos repostar.
En cualquier caso, la firma quiere seguir innovando y pronto se comercializarán también coches híbridos enchufables. Éstos compartirán energía eléctrica y motor de combustión, "lo que ofrecerá una mayor autonomía".
Cinco años es la apuesta de la industria automovilística para que nuestro ojo y nuestro oído comience a creer en el mundo eléctrico. Nuestro bolsillo será, sin embargo, el principal indicador para aprobar esta revolución.
