Os hablo del Viacrucis de las Cofradías que anoche protagonizó en la Catedral el Cristo de la Humildad y Paciencia de la hermandad de la Sagrada Cena, pero no con la intención de hacer aquí una crónica de lo vivido eso lo bordan mis compañeros de El Correo, y sí de compartir con vosotros, queridos lectores, las sensaciones que he tenido en los días previos a este primer gran acto de la Cuaresma sevillana. Veréis, ahora que como antaño el programa Cruz de Guía de Radio Sevilla (SER) vuelve a emitirse casi a diario de lunes a jueves en el 792 de OM, la semana pasada realizamos una de nuestras emisiones desde el templo de Los Terceros y si algo pude comprobar es la pasión y el orgullo con que los hermanos de La Cena han vivido todos estos días desde que el 3 de noviembre del pasado año la junta superior del Consejo designara a su titular para protagonizar la cita de ayer. Desde el hermano mayor, Joaquín Solís Tarín, hasta una de las componentes de su grupo joven, Marta Remesal, me transmitieron la enorme felicidad que para la corporación del Domingo de Ramos ha supuesto todo esto. Y como ellos, todos los que allí tuve la ocasión de saludar: las mujeres del costurero que, con su incesante actividad, daban a la sacristía un aspecto como de colmena; el equipo de priostía, que hizo de la sencillez la principal virtud del altar de triduo de la Virgen del Subterráneo; el capiller, de apellidos Sánchez Araujo como el maestro de la radio y con la complicidad por bandera; o José Carlos González, el joven artista que ha realizado el gran cartel del Viacrucis y que, sin ser aún hermano, sí dejó claro con sus palabras que La Cena ya forma parte de sus devociones más íntimas. Quise indagar en el porqué de una algarabía que, a mi corto entender, desbordaba incluso lo que debía ser la cita del Viacrucis y me dio la clave el amigo Álvaro Enríquez, diputado mayor de Gobierno de la cofradía de Los Terceros y contertulio habitual del Cruz de Guía. «Mira Paco», me dijo, «no seremos los más numerosos y nos gusta hacer las cosas con humildad, pero es que los hermanos de La Cena somos muy de La Cena». Eso lo explica todo.
