-Aunque no por voluntad propia, ya tienen nazarenas en El Amor y, por ende, en La Borriquita. ¿Cómo se las aviarán el próximo Domingo de Ramos con tanto nazareno suelto en la Colegial?
-Verdaderamente, no hemos hecho ninguna previsión. Pensamos que en la primera parte de la cofradía sí puede haber un incremento sustancial de nazarenos. El año pasado dimos 650 papeletas de sitio. Vamos a esperar acontecimientos para saber el nivel de aceptación de la medida.
-¿Se puede asegurar que lo de las nazarenas ha sido una imposición de Palacio?
-No lo entiendo como una imposición, aunque verdaderamente ha sido una norma de obligatorio cumplimiento. El que manda es el que manda. Tu jefe manda y tú obedeces, y no lo consideras como una imposición sino como una obligación. Para mí no ha sido una imposición sino la culminación de un proceso natural que se inició en 1999 y que ha finalizado ahora. No lo considero una imposición, sino un hecho natural.
-Hace unos meses, se le veía hasta malhumorado cuando se le cuestionaba por este asunto. ¿Qué ha cambiado en la hermandad durante los últimos meses para que hayan acatado el asunto con tanta naturalidad?
-No me malhumoraba. Simplemente, es que este tema es mucho menos noticia en la hermandad que en los periódicos. A nosotros nos preocupan más otros asuntos, como la caridad y la formación de los hermanos y no tanto esto. Te da coraje que estés trabajando durante todo un año y que la hermandad no sea noticia nada más que cuando sale una noticia de éstas. ¿Que qué ha cambiado? No ha cambiado nada. Ha sido una iniciativa de la delegación de Asuntos Jurídicos del Arzobispado que nos ha contestado a las Reglas que depositamos en Palacio en 1999. Y nuestra respuesta ha sido la aceptación sin condiciones a lo que nos dice la autoridad eclesiástica.
-Entonces, por lo que dice, la iniciativa de interesarse por el proceso de aprobación de las Reglas no fue de la hermandad.
-Nosotros no nos hemos dirigido a Palacio para nada, ni antes ni después de recibir la carta. No he ido a Palacio a preguntar por qué me la habían mandado y si se la habían mandado a más.
-¿Le gustaría que fuera una niña la que pidiera la venia este año como símbolo de la incorporación de las nazarenas?
-No nos hemos planteado siquiera eso. Queremos hacer las cosas con total normalidad. Para la venia, se escoge a una persona allegada, a un chaval más espabilado... pero ahora no sabemos. Ni lo confirmo ni lo desmiento.
-¿Pero a usted le gustaría?
-No tengo especial interés. Tampoco creo que tengamos que hacer ningún gesto en ese sentido.
-Ahora que ya está usted del otro lado. ¿Qué les diría a las hermandades que aún no sacan nazarenas?
-Les diría que sean autónomas, que no se dejaran influir por la presión social o mediática. Que tomen la decisión cuando tengan que tomarla y, sobre todo, que no significara ninguna fractura dentro de la hermandad. Mantener a la hermandad unida debe estar por delante. Creo que la hermandad del Amor en este caso ha demostrado ser un ejemplo para las demás hermandades de coherencia interna y de buena armonía. Hemos resuelto este tema con una sutileza y una categoría extraordinarias.
-¿No cree extemporáneo que una cofradía que se precia de ser cantera de cofrades no tuviera nazarenas a estas alturas?
-No te puedo contestar a esa pregunta. Lo importante es que el tema ya está solucionado, liquidado. Luis Torres Palazón no tiene opinión.