La tranquilidad con que Rafa Nadal juega en París quedó ayer plasmada con su trigésima victoria consecutiva en Roland Garros, récord de todos los tiempos, al superar al ruso Teimuraz Gabashvili y alcanzar los dieciseisavos de final, en los que también estará David Ferrer tras luchar cuatro horas con el alemá Nicolas Kiefer.
Nadie, ni siquiera el propio Bjorn Borg fue capaz de ganar 30 partidos seguidos en París. Nadal lo consiguió ayer en dos horas y 17 minutos al derrotar por 6-1, 6-4 y 6-2 a Gabashvili, 72 del mundo, un jugador nacido en Tiflis pero con domicilio en Sant Cugat del Vallés y dirigido por el técnico español Álvaro Margets.
El tenista de Manacor se enfrentará ahora con australiano Lleyton Hewitt, que ayer venció al kazako Andrey Golubev por 6-4, 6-3 y 6-1. "Lleyton es un gran jugador y tengo que jugar muy bien si quiero tener oportunidades de ganar", dijo.
Nadal se movió con algo más de rapidez que contra el brasileño Marcos Daniel y cerró el partido con solvencia. Pese a todo, el marcador fue engañoso, ya que el balear se vio sometido a largos intercambios desde el fondo y afrontó cuatro puntos de rotura, pero nunca cedió su saque.
Con la victoria de Nadal y las de Nicolás Almagro sobre el peligroso letón Ernest Gulbis (6-7, 7-6, 6-3 y 6-2), de Fernando Verdasco contra el alemán Phillip Petzscher (6-1, 6-2 y 6-3), y de David Ferrer ante el también germano Nicolas Kiefer (6-3, 5-7, 6-4, 3-6 y 6-2), el tenis español se hace fuerte en la parte alta del cuadro, donde sólo hubo la baja de Feliciano López, derrotado por el serbio Janko Tipsarevic por 6-7 (9), 6-4, 7-6 (7) y 6-3.
Ya hay incluso garantizada una plaza para un español en los octavos de final porque mañana se miden Verdasco y Almagro. "Almagro será diferente, ha hecho cuartos aquí el año pasado y tiene muchos puntos que defender. Además, tiene un gran saque y revés, y mucho potencial. Será un partido más complicado que las primeras rondas y yo tendré que dar mucho más de mí y jugar a un nivel mucho más alto", reconoció el madrileño Verdasco.
El murciano, por su parte, sabe que también ésta es una prueba de fuego: "Es un partido duro, los dos nos conocemos de sobra. Él se está codeando con los mejores. Voy a tratar de jugar mi mejor tenis y si se presenta una oportunidad intentar aprovecharla".
En el cuadro femenino, Carla Suárez liquidó su encuentro contra la checa Lucie Hradecka, 67 del mundo, por 6-2 y 6-4 en 65 minutos, y ahora sí que tendrá que demostrar su valía porque le sale al paso una de las jugadoras más prometedoras, la bielorrusa Victoria Azarenka, novena favorita, ganadora este año en Memphis, Brisbane y Miami, que derrotó a la alemana Kristina Barrois, por 7-6 (1) y 7-5. "Yo no tengo nada que perder. La favorita es ella", explicó Carla, que ya sufrió a la ex soviética en Stuttgart, perdiendo por 6-1 y 6-4.