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«Nadal tiene una mentalidad ganadora bestial e inhumana»

Uno de los tenistas más laureados en la historia del deporte español, el balear Carlos Moyá, continúa con su proceso de recuperación de una lesión en Sevilla.
Foto: José Manuel Cabello

el 15 sep 2009 / 17:08 h.

Uno de los tenistas más laureados en la historia del deporte español, el balear Carlos Moyá, continúa con su proceso de recuperación de una lesión en Sevilla. El campeón de la Davis rememora su etapa en la cima.

-Tras trece campañas compitiendo a un nivel sensacional, en el recién concluido ejercicio no ha logrado ningún título, ¿cuál es el balance?

-Ha sido un año bastante complicado, pero, sobre todo, por las lesiones. Desde abril no pude desarrollar mi mejor juego, aunque creo que he podido completar una temporada bastante digna.

-¿Cansado mentalmente de las exigencias del circuito?

-No. Lo que cansa realmente es no poder competir al 100%. El resto de impedimentos, -los viajes, los entrenamientos, dormir en horarios diferentes...- se sobrelleva de la mejor forma posible.

-Usted ha alcanzado la madurez deportiva en su plenitud, ¿qué busca ahora en la pista?

-Hay espacio para mejorar todavía, de eso no hay duda. Además, verme competitivo en la pista ante las mejores raquetas del circuito y en estadios llenos me satisface muchísimo. No hay dinero para pagar lo que se siente cuando uno se sigue viendo capaz de ser un rival fuerte.

-El 15 de marzo de 1999 alcanzó el número uno del mundo, ¿valora aún más la hazaña nueve años después?

-En su día lo valoré mucho, primero porque era el primer español en conseguirlo y, segundo, porque había llegado al nivel que siempre había anhelado. Ahora es diferente. Ya ha pasado muchísimo tiempo y se ve de otra forma, aunque nunca lo olvidaré.

-¿La fiebre desatada por los éxitos de Rafa Nadal es un obstáculo al reconocimiento de su carrera?

-Tanto a mí como a Juan Carlos Ferrero -el de Onteniente fue número uno del ránking ATP durante ocho semanas en 2003- se nos valoró muchísimo en su día, pero es lógico que la gente esté ahora totalmente entregada al talento de Rafa. Él está un escalón por encima del que estuvimos nosotros.

-¿Qué cualidades reúne él para haber pulverizado los récords del tenis español y ser un referente social?

-Es una fuera de serie. Tiene una mentalidad ganadora fuera de lo común, bestial, inhumana...

-¿Usted adoptó esa mentalidad cuando fue número uno?

-No. Y, además, creo que fue lo que me hizo estar menos tiempo en la cima.

-Regresa a Sevilla, donde se consagró tras ganar la Davis ante Estados Unidos, ¿qué supuso para usted aquel título?

-Significó alcanzar el último gran reto de mi carrera. Ganar la Davis era lo único grande que me faltaba y con su consecución vi cumplido un sueño.

-¿Cuáles son sus sensaciones antes de la próxima final ante Argentina?

-La eliminatoria está al 50%. No creo que haya un favorito.

-¿Cuál puede ser la clave?

-El momento de los dos argentinos es más variable que el de los españoles. Del Potro es una figura emergente y su estado real está aún por descubrir, mientras que Nalbandián es un jugador algo imprevisible.

-En 1995, año en el que logró su primer título internacional en Buenos Aires, fue descubierto como una figura del tenis español. Su golpeo de derechas fue calificado de prodigioso por algunos cronistas, ¿qué queda de aquel Moyá?

-Entonces era una promesa, y ahora un tenista que ha conseguido algo que no podía ni imaginar. Ni en el mejor de mis sueños llegaba tan lejos como lo he hecho.

-Inicia una nueva etapa con Joan Forcade, su preparador físico, ¿confiado en reaccionar?

-Sí. Joan es un genio, un fenómeno... Con él puedo volver a ganar y a sentirme competitivo.

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