Toneladas de basura siguen cubriendo las calles de Nápoles, mientras los vecinos se sublevan prendiendo fuego a los residuos y levantando barricadas, en medio de una preocupante situación por la salud pública.
Cerca de noventa incendios se produjeron en la noche del domingo en la provincia napolitana, provocados por ciudadanos que quemaron los montones de basura que se acumulan frente a sus casas y que impiden que su vida cotidiana se desarrolle con normalidad.
Ante el mal olor, la falta de higiene y la imposibilidad de transitar por las calles, los vecinos hicieron caso omiso a la prohibición de quema, lo que ha hecho aumentar la contaminación ambiental debido a la emanación de dioxinas.
A esta situación, se unen las barricadas que cada noche se levantan en muchos puntos de la ciudad con cubos y montones de desperdicios para bloquear las carreteras de los alrededores.
El presidente del Colegio de Médicos de Nápoles, Giuseppe Scalera, ha advertido de que la situación higiénica en la ciudad y provincia de Nápoles está "al límite" y que se puede convertir en "dramática" debido al aumento de las temperaturas.
Pero el asesor municipal que se ocupa de los residuos en Nápoles, Gennaro Mola, quiso quitarle hierro al asunto y dijo que las declaraciones de Scalera son "exageradas" e "irresponsables" y añadió que la "situación se normalizará en cinco o seis días".
Mola explicó que partieron varios trenes cargados con deshechos hacia Alemania, donde se envían las basuras de esta zona, después de un parón debido a la falta de renovación del contrato.
Desde hace años, Italia exporta la basura de la región de Campania, cuya capital es Nápoles, hacia Alemania para su incineración, debido a que en toda la región sólo funciona un vertedero de manera legal.
Según Mola, estos trenes permitirán deshacerse de las cerca de 4.000 toneladas esparcidas de forma amenazante por las calles de Nápoles.
El comisario europeo para el Medio Ambiente, el griego Stavros Dimas, ha exigido a Italia que se resuelva la situación lo antes posible para evitar peores consecuencias para la salud.
Los problemas en Nápoles llevaron a la Comisión Europea a denunciar hace unos días a Italia ante el Tribunal de Justicia de la UE por incumplir la directiva europea sobre gestión de residuos. Según los medios de comunicación italianos, el nuevo gobierno de Berlusconi tiene ya pensado afrontar la crisis proponiendo diez nuevas áreas donde poder construir vertederos.
El comisario extraordinario para afrontar la crisis de las basuras, nombrado por el pasado Gobierno, Gianni De Gennaro, propuso un plan que preveía la apertura de nuevos vertederos y que nunca se completó.
La paradoja es que mientras la basura se acumula en las calles de Nápoles, continúan las protestas de los ciudadanos que se oponen a la apertura de los vertederos cerca de sus casas.
Detrás de los enormes problemas para resolver la situación de las basuras, hay unanimidad al señalar a la Camorra, la mafia napolitana, como culpable, ya que tiene entre sus negocios el reciclaje ilegal de desechos.