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Natalia estrena el medallero que Olmedo quiere ampliar mañana

El sevillano se clasificó de forma brillante para la final de 1.500 y luchará mañana por los metales.

el 01 sep 2011 / 11:49 h.

Natalia Rodríguez encontró en la medalla de bronce en 1.500 una redención menor que le permite, al menos, sacarse la espina de su descalificación en la final de Berlín 2009 y al equipo español meterse en el medallero de los campeonatos. En la misma disciplina, el sevillano Manuel Olmedo garantizó representación española en la final, algo que no hubo en el Mundial anterior, y sueña con una final semejante a la carrera en la que ayer obtuvo el cuarto puesto en la penúltima ronda.

La final femenina de 1.500 siguió en Daegu un guión parecido al de la europea de Barcelona 2010, en la que Natalia también llego tercera. Aquella carrera se le pasó por la cabeza en pleno esfuerzo, cuando observó en el videomarcador que, en la recta de meta, se le echaban encima rivales que no habían gastado nada hasta entonces. Maryam Jamal, la atleta bahrainí heredera de la medalla de oro que perdió la española en Berlín, puso a trabajar a su compatriota Mimi Belete pero no sacó provecho porque a la hora de la verdad no aguantó el cambio de Natalia Rodríguez al penetrar en el último giro y se descolgó hasta el último puesto.

La española tenía tantas ganas de colgarse la medalla de oro que se precipitó en tomar la cabeza, haciendo involuntariamente de liebre para las reservonas a lo largo de los últimos 450 metros, de forma que en la recta se quedó sin cambio.

Tuvo que asistir, impotente, al adelantamiento de la estadounidense Jennifer Simpson, ganadora con 4:05.40, y de la británica Hannah England, segunda con 4:05.68. Pero Natalia logró, al menos, mantener a raya a la marroquí Btissam Lakhouad, que llegaba por detrás con aviesas intenciones, y terminar tercera con 4:05.87. Jamal aspiraba a ser la primera que consigue un tercer título consecutivo en unos Mundiales, y terminó última.

De los tres españoles presentes en semifinales de 1.500, sólo Manuel Olmedo superó la última criba. El sevillano, que corrió la segunda serie, como Juan Carlos Higuero, disfrutó de una carrera limpia, lanzada por el keniano Daniel Komen, y supo estar colocado en la última vuelta para ganarse una de las cinco plazas de acceso directo a la final. Terminó cuarto en 3:36.91. Higuero, por el contrario, acusó la falta de base después de haber estado seis meses parado el pasado año tras su operación de pubis. Cuando la carrera se puso tensa, no encontró respuesta en sus piernas y terminó décimo, lo mismo que su paisano Diego Ruiz en la primera semifinal.

"Ha habido un momento en que me he encontrado mal, pero he aguantado y al final me he recuperado. Sabía que iban a salir muy rápido, porque les he oído hablar a los kenianos en la cámara de llamadas, y estaba preparado para todo", explicó Olmedo, que disputará su primera final en un Mundial al aire libre.

Antes de la carrera, Olmedo escuchó repetidas veces un tema del grupo Taxi que le sirvió para superar trances difíciles. "Luego, en carrera, cuando me vi mal, me acordé y se me pasó el mal rato", explicó. Olmedo piensa que en la carrera definitiva, que tendrá lugar mañana sábado a las 13.15 (hora española) le vendría bien un ritmo como el de ayer: "así sería ideal, a 3:36 tengo cambio, a partir de 3:35 hacia abajo ya sufriría. Creo que hoy he corrido bien, sin gastar más fuerzas de las necesarias", indicó.

"Estaba obsesionada con conseguir la medalla de oro, pero una medalla de bronce aquí me da muchísima ilusión de cara al año que viene. Como ahora, yo siempre aspiraré al oro", dijo Natalia Rodríguez, que admitió que "me pudieron las ganas" y atacó desde demasiado lejos.

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