Nazaré y Fortes.
El matador sevillano Antonio Nazaré y el diestro malagueño Saúl Jiménez Fortes serán los encargados de inaugurar mano a mano- la inminente Feria de San Miguel. Este enfrentamiento ha despertado una enorme expectación en el aficionado y, de alguna manera, puede marcar el futuro inmediato del relevo del escalafón. Ambos lidiadores han comparecido hoy en el hotel Vincci-La Rábida de Sevilla para expresas sus sensaciones antes de esta trascendental cita en la que se lidiará un encierro de José Luis Pereda y La Dehesilla.
Pedro Rodríguez Tamayo, en representación de la empresa Pagés, fue el encargado de abrir fuego apuntando a ese relevo generacional encarnado por ambos toreros. Representan una nueva generación, anda pegando fuerte y a pesar de la escasez de espectáculos necesitan tomar alas y alcanzar el puesto que merecen, ha señalado el empresario afirmando que se trata de una oportunidad de demostrar lo que valen. La empresa ya había anunciado este mano a mano en la presentación del abono, en el pasado mes de marzo. En cualquier caso, los toreros consideran que no ha perdido vigencia en este tiempo. La ilusión sigue intacta y la tensión va estar ahí. Se trata de una corrida importante; una tarde más en la que necesito dar otro golpe, ha reconocido Antonio Nazaré. En ese mismo sentido se ha manifestado Jiménez Fortes: La apuesta tuvo mucha importancia en el momento de la presentación del abono a comienzos de la temporada pero asumíamos ese riesgo. No sabíamos si iba a mantener el mismo sentido en abril que en septiembre pero la temporada que hemos llevado ambos nos hace llegar con la misma ambición y mayor expectación. Los dos lo afrontamos en buen momento, ha afirmado el diestro malagueño.
Antonio Nazaré retomó el hilo de la conversación reconociendo que cada mano a mano tiene su sentido y su propia historia. El nuestro se planteó como una fuerte apuesta de la empresa por dos toreros que habían destacado el año anterior. Somos dos toreros con ganas de abrirse paso y no se ha devaluado. Cada uno dará lo mejor de sí mismo, a su forma y a su estilo. Apostaremos al máximo y sólo falta que la suerte ayude.
Será la segunda tarde que compartan juntos Nazaré y Jiménez Fortes en la temporada 2013. Ambos culminarán la campaña con un sabor agridulce pero con el reconocimiento de todos los aficionados. En el caso de Nazaré, la gravísima cornada sufrida por El Juli en abril pudo opacar la trascendencia de su actuación esa misma tarde. Por parte de Fortes, afronta un intenso y ambicioso final de temporada después de haber despedido a su anterior apoderado, Julián Guerra, y haber sufrido un doloroso rosario de percances. En cualquier caso, ambos quieren dejar claro que la corrida del próximo viernes en Sevilla no es un ser o no ser.
En ese sentido Nazaré dio un repaso a las circunstancias que han rodeado su particular campaña señalando que éste no es un mundo de rosas pero no podemos caer en el pesimismo de si una tarde ha tenido más o menos repercusión; de si estás toreando más o menos porque entonces te metes en un agujero. El torero afirma no estar aburrido de nada y afronta el festejo con ilusión pero sin presión añadida. Siempre me ha tocado vivir en el filo de la navaja. Si no pasa nada el viernes ¿me tengo que quitar? ¿tengo que irme a casa? Esa corrida es importante pero no es un todo o nada. Competimos con el toro, él es el que nos soluciona la vida aunque torear con algunos compañeros como Saúl te motiva de una manera especial, ha explicado el matador de Dos Hermanas.
Jiménez Fortes también quiso hacer un corto balance del año afirmando que le había servido de aprendizaje aunque la apuesta de San Miguel no era una moneda al aire. Todas las tardes pueden marcar tu carrera, hasta las más desapercibidas, y mi final de campaña, acudiendo a Sevilla y Madrid, pueden influir en el futuro aunque yo seguiré siendo el mismo torero. Si triunfamos seguiremos teniendo sitio. Tenemos tres toros para cada uno y el que tenga la mente más fresca, la ilusión más alta y la suerte de lado se llevará el mano a mano ha reconocido el torero advirtiendo que, independientemente de eso, las carreras no se marcan en un día.
