El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ha decidido echar el cierre a la Gerencia de Urbanismo y, en busca de ese propósito, ha diseñado una hoja de ruta que pasa, en principio, por integrar a su personal laboral, unos 400 empleados, en el Ayuntamiento. Tal trasvase implica, a grandes rasgos, que los trabajadores pasarían a ganarse la condición de funcionarios con plaza a cambio de sustanciales rebajas de las condiciones salariales.
Zoido concretó poco de esta liquidación, salvo el inicio de la negociación con el personal de la Gerencia de Urbanismo para obtener una estabilidad en el empleo con un ajuste salarial. Esa rebaja rondaría el 30%, según avanzó ayer El Diario de Sevilla, que también manifestó que el proceso de disolución concluiría en junio de 2014. Es más, ese cambio en el organigrama y la reconversión a funcionarios del personal laboral indefinido contaría incluso con los parabienes de la Delegación de Hacienda que dirige Asunción Fley. Otro debate distinto sería el futuro del personal interino.
La liquidación de la Gerencia no es un paso que cause extrañeza en la hoja de ruta del Gobierno popular. No en vano, otros consistorios han seguido ese camino, como el de Granada, que aprobó la disolución de la Gerencia de Urbanismo a finales del año 2011. A eso se suma el argumento de que, frente a otras épocas, la Gerencia ya no es rentable. Su último ejercicio lo cerró con un déficit de más de ocho millones de euros, debido a una fuerte caída de la recaudación, que fue de 43,2 millones frente a los 54 que se preveían. Y es que las pérdidas de la sociedad eran publicitadas incluso por el delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, que llegó a afirmar que tenía la suerte o la desgracia de lidiar con una Gerencia que por primera vez está en números rojos. El destino de Urbanismo ha pillado por sorpresa hasta a sus propios trabajadores, que aseguran que estaban más en la línea de negociar el nuevo convenio colectivo. Es más, desde CCOO creen que la hipotética disolución de la Gerencia pasa por una estrategia municipal para tensar la cuerda en la negociación del convenio. Hasta han hecho alusión, en una nota, a una reunión que la dirección de CCOO mantuvo con Zoido y Vílchez donde, afirman, se comprometieron a reforzar el organismo y ratificar su permanencia.
Tampoco es proclive a la disolución el portavoz socialista en el Consistorio hispalense, JuanEspadas, que sí se ha inclinado por una rebaja de salarios, condición que lleva reclamando, según explicó ayer, desde el inicio de mandato. No es lógico que haya más de cien salarios de la Gerencia de Urbanismo mayores que el del alcalde, manifestó Espadas, que no obstante desligó que la adaptación salarial deba suponer obligatoriamente su disolución. Y, a pesar de que la Gerencia ya no maneja las cantidades de antes llegó a ser el motor económico del Consistorio en los años del boom urbanístico, el dirigente socialista considera que aún existe margen de mejora y trabajo por hacer. Asoció la propuesta de disolución de la Gerencia con un proceso similar al de Emvisesa, a la que se le ha ido retirando planes de trabajo hasta que se lanza el mensaje de que lo mejor es privatizar o reducir a la mínima expresión.
Tampoco se mostró conforme con el planteamiento del Gobierno local el otro partido en la oposición. El portavoz de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, calificó la medida de extemporánea y chapuza y de la que no tenía constancia pese a pertenecer al Consejo de la Gerencia. Es un intento de seguir reduciendo la capacidad de la intervención desde el Ayuntamiento teniendo en cuenta que de la Gerencia dependen Emvisesa o el medio ambiente, manifestó.
