Ser el delantero centro de la selección que en unos días iniciará la defensa del título de campeona de Europa y, por si fuera poco, llega a la cita de Polonia y Ucrania avalada por su condición de campeona del mundo no está al alcance de cualquiera. Más bien es un prilegio, una oportunidad única. Porque único es este equipo, capaz de elevar su fútbol al nivel de las mejores selecciones que se recuerdan.
Negredo difícilmente tendrá una ocasión más propicia para demostrar lo que puede dar de sí. Ver juntos a tu lado a jugadores como Iniesta, Xavi, Silva o Jesús Navas no ocurre todos los días. Frente a China, el sevillista tuvo dos ocasiones de gol en los primeros doce minutos. A la media hora, la tercera. Se ofreció, peleó... pero no acertó a la hora de culminar.
Dentro de unos días, los errores no estarán permitidos. En una Eurocopa marcar te hace grande y en esta selección, sin Villa, con un Torres por ver y Llorente algo alejado de los focos, el delantero del Sevilla puede escribir su nombre con letras de oro. De él depende.
También Jesús Navas, que vive posiblemente su mejor momento desde que llegó a la élite. Hoy por hoy, el extremo de Los Palacios es capaz de marcar diferencias sobre el césped ante cualquiera que le salga al paso.
