Álvaro Negredo se ha convertido en uno de los futbolistas más determinantes del Sevilla en la presente campaña. Su aportación al equipo en cuanto a número de goles (16) y juego hacen que a día de hoy no se pueda decir que Kanouté y Luis Fabiano son los dos primeros delanteros, pese a ser innegable el status de ambos dentro del plantel. Negredo vive su mejor temporada a nivel individual desde que llegó al Sevilla y está dispuesto a triunfar. Tan dispuesto que ni se plantea marcharse, y menos aún siendo moneda de cambio.
"Yo pienso en el Sevilla. Firmé cinco años aquí y quiero cumplirlos. En ningún momento se me pasa por la cabeza pensar en el Madrid porque sería una deshonra para el Sevilla. Cuando me fui al Almería dije que no se acababa el mundo en el Madrid. A mí me dan confianza aquí y estoy muy agradecido. Ahora defiendo estos colores, y los defiendo a muerte. Como a todo el mundo, me molesta que me utilicen. Pero bueno. Tengo la cabeza tranquila porque quiero quedarme aquí", dice cuando se le pregunta por la posibilidad de que Florentino Pérez ejecute la opción de compra que conserva hasta este verano. En su día se habló de usarle como moneda de cambio para abaratar el fichaje del Kun Agüero.
Pero Negredo sólo piensa en el Sevilla. "El primer año me costó muchísimo adaptarme y ahora, con la confianza de todos, que también tenía entonces pero con mala suerte, estoy un poco mejor en ese sentido. El trabajo se está viendo y la afición me está recompensando. Vine queriendo jugar, estando Luis Fabiano, Kanouté o quien fuese. Estoy jugando, el técnico confía en mí y mi objetivo es triunfar en el Sevilla", explica el vallecano.
CÓMO GANAR AL LÍDER. Ahora, lo primero es el Barcelona y Negredo confía en poder jugar, pese a los nueve puntos que le dieron en San Mamés. "Le he dicho al doctor que quiero estar. Algo haremos para poder entrar. Me pondrán alguna protección y no tendrá que afectarme", explica el delantero, que mira al partido con optimismo: "Ellos siempre crean muchas ocasiones, hacen un juego muy rápido y fluido y hacen que las líneas se abran. O tienes a ocho tíos defendiendo, o es muy difícil. Imposible no hay nada, pero es verdad que es muy difícil. Hay que correr como si fuese el último día. Claro que se le puede meter mano al Barça, y más con el número 12 que tenemos, que es la afición".
