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Negredo y cantera para resolver la eliminatoria

el 27 oct 2010 / 20:44 h.

Los jugadores del Sevilla celebran uno de los goles.

El Sevilla, actual campeón, dejó anoche solventada su clasificación para los octavos de final de la Copa del Rey tras vencer con autoridad al Real Unión de Irún en el partido de ida. La goleada nervionense fue cimentada en un gran Negredo, que marcó dos goles y provocó un penalti que él mismo falló, y dos jóvenes de la casa que firmaron un completo encuentro, Alfaro y José Carlos. Los tantos, además de algunos destellos de otros futbolistas, dejan un buen regusto en los nervionenses, que se pusieron el mono de trabajo en la primera parte para acabar el encuentro con una superioridad absoluta. El conjunto de Manzano ya ganaba cuando al comienzo de la segunda mitad el Real Unión se quedó con diez hombres, pero la expulsión eliminó cualquier posibilidad del histórico equipo donostiarra.

Como cabía esperar, el Irún se mostró muy combativo en el inicio del partido. El Sevilla quiso entonces tener la pelota por medio de Cigarini y Zokora, pero el que más apareció fue José Carlos, que intentando hacer de Kanouté bajaba a recibir y encaraba con facilidad. Más allá de su efectividad, lo cierto es que dio salida de balón al Sevilla y además cerca del área se mostraba chisposo. Ahí precisamente, en el área rival y también en la propia, era donde se notaba la diferencia de categoría de los dos equipos. El conjunto de Manzano se mostró firme en defensa para repeler, principalmente por alto, todos los balones que llegaban. Cerca del área local también era superior el conjunto andaluz, que tuvo algunas ocasiones por medio de José Carlos y en dos faltas, una de Negredo y otra del mismo canterano.

Sin embargo, por el centro del campo la batalla era más igualada, también porque los vascos concentraban más hombres y con su animada presión impedían una transición rápida de Zokora y Cigarini, que en cualquier caso no se escondieron y buscaron la pelota. Otra cosa fue el acierto y el criterio con el que lo hicieron.

Como era previsible, el partido se rompió por las áreas, en concreto en la del Irún, porque Negredo bajó un balón de Escudé en la frontal, se quedó solo ante Oteemin y tras una afortunado rechace marcó el primero justo antes del descanso.

Omnipresente Negredo. El madrileño no perdió protagonismo en el comienzo de la segunda parte, al contrario, lo copó. Una contra de manual la culminó el delantero con una vaselina ante el meta local. Yuri evitó el gol con la mano cuando la pelota se colaba y fue expulsado (50’). Negredo no aprovechó la pena máxima, falló y tiró desviado, pero no tardaría en desquitarse con otro gran tanto en una jugada ensayada cerrada con un remate a bote pronto en el área (68’).

Tuvo un atisbo de reacción el Irún, con alguna aproximación peligrosa bien resuelta por Javi Varas, pero el partido y la eliminatoria llevaban una clara inercia sevillista. En cuanto el ánimo vasco flaqueó el Sevilla volvió a hacerse con el partido y empezaron a brillar más José Carlos, Alfaro y hasta Rodri, que salió en los últimos minutos.

En una buena combinación de todos ellos el de La Palma clavó un cabezazo en la escuadra a pase de Dabo. Poco después era José Carlos el que empalmaba para hacer el cuarto, solventar la eliminatoria, dotar de confianza al equipo y demostrarle a Manzano que hay jugadores que piden minutos en la plantilla.

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