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Ni abriendo todos los bancos del mundo

Hasta la irrupción de Lopera como personaje público, uno tenía entendido que sólo los ladrones eran capaces de entrar en los bancos cerrados para llevarse la pasta? Pero como el celebérrimo anuncio de la tarjeta de crédito, hay cosas que ni siquiera el dinero (el de todos los béticos, no nos olvidemos)...

el 15 sep 2009 / 22:03 h.

Hasta la irrupción de Lopera como personaje público, uno tenía entendido que sólo los ladrones eran capaces de entrar en los bancos cerrados para llevarse la pasta? Pero como el celebérrimo anuncio de la tarjeta de crédito, hay cosas que ni siquiera el dinero (el de todos los béticos, no nos olvidemos) puede comprar. Para obtener un buen plato no es sólo necesario contar con buenos ingredientes.

Del mismo modo, a la hora de pintar un cuadro, tallar una escultura, hacer una fotografía, construir un edificio, decorar un despacho, no basta con poder pagar los mejores materiales. En el éxito, y lógicamente también en los fracasos, concurren condicionantes tangibles, es decir, comprables, haya o no que abrir sucursales bancarias a horas intempestivas, y otras iguales de importantes que ni el hombre más rico del mundo puede hacer suyas, y menos si el sorteo de inteligencia lo dotó, en el mejor de los casos, con una mísera pedrea.

La nave verdiblanca hace aguas por todos lados -futbolistas, técnicos, empleados, dirigentes y aficionados- como consecuencia irremediable del rumbo erróneo e irreversible escogido por el patrón. Ojalá sea Oliveira la bomba de achique que evite el hundimiento.

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