Tres derrotas consecutivas han cambiado la cara al Sevilla de los récords, sobre todo porque no han sido ante rivales directos, sino ante el Málaga, la Ponferradina y el Valladolid. Ayer, pese a ir ganando 0-2, acabó doblando la rodilla por deméritos propios tras una absurda expulsión de Luis Fabiano y un bajón incomprensible.
Hasta el pasado fin de semana, el equipo de Jiménez sólo había encajado cinco goles y en los tres últimos partidos ha recibido esa misma cifra. Se habla de que las lesiones, que siempre afectan, están haciendo daño, pero desde luego esto no puede justificar actuaciones como la de ayer en Zorrila, donde primero lo hizo todo bien para amarrar la victoria, luego se quedó con diez de forma increíble y, al final, se convirtió en un coladero para ver cómo le remontaban el partido.
Habrá que calibrar cuál es el alcance de esta tercera derrota consecutiva, teniendo un partido de UEFA el próximo jueves, dos citas complicadas ante Recreativo y Getafe... y los enfrentamientos con los mejores equipos del campeonato asomando ya por la esquina. Muchos jugadores tienen que responder aún al técnico, porque con altibajos en su rendimiento como los que se están viendo en este inicio de temporada no se va a ningún lado. Urge que den ya el nivel que de ellos se espera, y de forma continuada, porque mientras tanto el equipo deja escapar puntos que pueden ser de oro al final.
En cuestión de 24 minutos, el Sevilla hizo lo que no pudo ante Málaga y Ponferradina: marcar. Y por partida doble cuando el Valladolid estaba poniendo nerviosa a la defensa y se regalaba una y otra vez el balón. Renato, culminando una contra de Jesús Navas lanzada por Maresca; y el propio Navas, que remató de volea un jugadón de todo el equipo a base de toque, hicieron pensar que el partido estaba ganado. Nada más lejos de la realidad. Poco después, Luis Fabiano era expulsado por Pérez Lasa tras ver dos amarillas. La primera por perder tiempo y la segunda por intentar engañar al colegiado, según éste, simulando un derribo de Asenjo dentro del área tras sortearle.
Fue el inicio del fin. El Valladolid no tardó en aprovechar su superioridad numérica y el Sevilla, en desaparecer. Nueve minutos más tarde, Sesma cabeceaba a placer un centro desde la izquierda (1-2). Por tercer partido consecutivo, la defensa flaqueaba. Esta vez, sobre todo por su derecha, donde Konko volvió a demostrar sus carencias.
Sin la pelota en su poder, con Duscher sustituido al descanso -entró Fazio- y concediendo toda la iniciativa a un rival lanzado, el empate era cuestión de tiempo. Y así fue. Canobbio, que había salido en la segunda parte, no perdonó un rechace dentro del área y estableció el empate. En ocho minutos, dos goles, impropio de un candidato a estar en la Liga de Campeones. Luis Fabiano tiene su parte de culpa, sea mayor o menor la meticulosidad de Pérez Lasa, pero ceder dos goles ante el Valladolid ocurre por más cosas. Y fue por no saber defender, misión en la que falló la zaga y también el centro del campo, que lejos de tapar huecos perdió el balón con mucha rapidez. Canobbio, en un magistral disparo de falta, remontó el partido. Y su equipo sí que no regaló la renta.
Ficha Técnica:
3 - Real Valladolid: Sergio Asenjo; Pedro López, García Calvo, Nano, Marcos; Álvaro Rubio (Vivar, min. 49), Medunjanín; Pedro León (Borja, min. 82), Jonathan Sesma, Escudero (Canobbio min. 46); y Goitom.
2 - Sevilla: Palop; Konko, Squillaci, Escudé, Fernando Navarro; Jesús Navas, Maresca (Armenteros, min. 67), Romaric, Duscher (Fazio, min. 46); Renato (Fernando, min. 85), y Luis Fabiano.
Goles: 0-1: Min. 18. 0-2: Min. 23, Maresca. 1-2: Min. 43, Sesma. 2-2: Min, 51, Canobbio. 3-2: Min. 63, Canobbio.
Arbitro: Pérez Lasa (Comité Vasco). Amonestó a Marcos, García Calvo, Navarro, Konko, Squilacci, Duscher, Navas y a Luis Fabiano en dos ocasiones, expulsado en el minuto 34
Incidencias: Partido de la novena jornada de liga diputado en el Estadio Zorrilla ante 14.700 espectadores.
