El Sevilla se ha empeñado en complicarse la vida merced a unas primeras partes infames que hacen inviable cualquier tipo de planteamiento o reacción posterior. Esta vez, el Valladolid, un equipo que está cuajando una brillante campaña en su regreso a Primera, fue el que le sacó los colores. A los 12 minutos ya ganaba 0-2, renta que exprimió hasta el final frente a un Sevilla que tiró de orgullo a más no poder, que recortó distancias gracias a un gol en propia meta de Manucho (49') y que, pese a quedarse con diez hombres por justa expulsión de Gary Medel (minuto 63, tras ver su segunda tarjeta amarilla), terminó hincando la rodilla.
Los nervionenses caen hasta el undécimo puesto de la clasificación, a cuatro puntos de la Europa League y a siete de la Champions, más lejos que los puestos de descenso (seis). Frente al Valladolid jugaron con muchas e importantes bajas, sí, pero con estos errores resulta prácticamente imposible ganar un partido. Ahora, sólo queda ir a Cornellá y, tal como hizo en Copa hace unos días, ganar. Sólo así el Sevilla y Míchel podrán respirar. Seis derrotas en las nueve últimas jornadas y seis puntos menos que la pasada campaña a estas alturas pesan.
La Junta General de Accionistas de este miércoles se atisba interesante. No pinta bien el panorama y será el momento en que aquellos que quieran decir algo, lo digan, en el sitio donde hay que decir las cosas. Mientras tanto, el aficionado de a pie, cansado, despide a su equipo con silbidos y algunos pañuelos.
Por la vía rápida. Doce minutos bastaron al equipo de Djukic para encarrilar el partido. Ebert aprovechó el letargo con el que salió el Sevilla y adelantó a los pucelanos cuando tan sólo había transcurrido un minuto de juego. Ver para creer la acción, con los futbolistas del Valladolid tocando la pelota hasta que el alemán sorteó a Fernando Navarro dentro del área y se la cruzó a Diego López, la gran novedad de Míchel. No aportó el guardameta.
Aturdido, nervioso e incomprensiblemente frágil pese a sus siete bajas, muchas de ellas de peso, caso de Negredo, Rakitic o Spahic, el Sevilla fue una perita en dulce. Queda claro que el fondo de armario es el que es y que echar de menos a alguien es un serio problema. Tanto que, cuando los aficionados aún lamentaban el despiste inicial, el Valladolid puso el 0-2 en el marcador. Óscar, tras interponerse en un remate desde fuera del área y, sin oposición alguna, lo firmó. El sonrojo pudo ser mayor aún mayor si Diego López no hubiese impedido el 0-3 en un mano a mano con Manucho a los 16 minutos...
Reacción sin premio. Un cabezazo de Babá ligeramente desviado fue la primera señal de vida del Sevilla. Míchel movió el banquillo y dio entrada a Bryan Rabello. El joven chileno ocupó el puesto de Cicinho y Maduro se situó como central, quedando Gary Medel como único baluarte en el centro del campo. Y así, empezó el asedio, con el Pitbull asustando y Rabello enviando la pelota al palo desde la frontal a la media hora.
Sólo había una opción: ir a por todas y arriesgar. Un autogol de Manucho en un saque de esquina tras el descanso metió definitivamente a los nervionenses en la pomada. Reyes se echó el peso del equipo a la espalda y tiró de él hasta que le duraron las fuerzas. Mientras tanto, Maduro se iba lesionado y Kondogbia le mejoraba. Ni siquiera la expulsión de Medel frenó al Sevilla, que tuvo el empate en un cabezazo de Botía (78') pero acabó sucumbiendo.
Ficha técnica.
Sevilla FC: Diego López; Cicinho (Rabello, min.27), Botía, Cala, Fernando Navarro; Gary Medel, Maduro (Kondogbia, min.52); Jesús Navas, Reyes, Perotti (Álex Rubio, min.78); Babá.
Valladolid: Dani; Rukavina, Rueda (Peña, min.81), Valiente, Balenziaga; Álvaro Rubio (Sastre, min.74), Víctor Pérez, Ebert, Óscar; Omar (Bueno, min.84) y Manucho.
Goles: 0-1, min.2: Ebert.0-2, min.12; Óscar. 1-2, min.49: Manucho, en propia puerta.
Árbitro: José A. Teixeira (Colegio Cántabro). De todo un poco. Expulsó por doble amarilla a Gary Medel (43' y 63'). Amonestó a Rukavina (2'), Fernando Navarro (42'), Cala (53'), Ebert (76'), Dani Hernández (79'), Peña (88'), Bueno (90') y Víctor Pérez (93').
Incidencias: Sánchez-Pizjuán, con unos 20.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en recuerdo a Gabriel Rojas, expresidente de la entidad.
