En el césped del Ramón Sánchez Pizjuán pasará lo que tenga que pasar. El Sevilla, además, presume de ser uno de los pocos equipos que ha puesto en aprietos al todopoderoso Barcelona en los últimos años, que para eso lo eliminó en la Copa del Rey. Pero la realidad es que en el partido de esta noche el conjunto nervionense tiene poco que perder y mucho que ganar. Perder, evidentemente, puede perder tres puntos. Pero ante el Barcelona presuponer que se puede sumar todo lo que está en juego es un atrevimiento y una osadía.
El Barcelona es superior, tremendamente superior al Sevilla, y a casi todos los equipos del mundo. Viene como líder indiscutible y quiere encarrilar aún más el título de Liga salvando una de sus visitas más peligrosas antes del final de temporada. Llega, además, tras eliminar al Arsenal en la Liga de Campeones, con la moral por las nubes y con 25 partidos consecutivos en la Liga sin perder, desde que lo hiciera ante el Hércules en la segunda jornada de Liga en el Camp Nou. Recupera a Piqué con respecto al encuentro del pasado martes, aunque sigue de baja Puyol.
Ante esta avalancha de argumentos blaugranas, todos rebosantes de optimismo e ilusión, se presenta un Sevilla un tanto deprimido, que transita por la Liga con más pena que gloria y con la necesidad de amarrar, al menos, Europa. A este desánimo generalizado se ha unido a última hora la marcha de Luis Fabiano, que tiñe el entorno sevillista de un halo de melancolía poco conveniente cuando de competir se trata. La derrota de la última jornada en San Mamés ante el Athletic Club aplastó el crecimiento hispalense. De nuevo los de Manzano tienen que ponerse a construir las nuevas bases en las que se proyecte el Sevilla del futuro, pero también el del presente, que la temporada no ha acabado por muchos movimientos que nos recuerden el verano.
Sin O Fabuloso, que en cualquier caso iba a estar un mes y medio de baja, es el momento ahora de Negredo. El madrileño, junto con Kanouté, se convierte en la referencia ofensiva inexcusable del Sevilla. Por detrás viene Rodri, que ya ha entrado en la lista para este encuentro, y por obligación deben tener más oportunidades jugadores como Alfaro. La marcha del brasileño también puede repercutir en un cambio de sistema, variación que puede tener su primer ensayo esta noche, pues Manzano estudia jugar con un 4-3-3 o con un 4-5-1. Sea cual sea el sistema, el que estará en la portería será Javi Varas, mientras que la principal duda es la presencia de Perotti en la banda izquierda.
