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Osasuna-Betis: ni respiro ni homenajes

LA PREVIA. El Betis visita a Osasuna, un rival directo que vaga por la zona baja y que le agradecerá su comportamiento en mayo, con la obligación de refrendar su mejoría y volver al ‘play off’.

el 01 nov 2014 / 21:12 h.

Las imágenes del Betis-Recre. / Manuel Gómez Rennella celebra el primer gol del Betis ante el Recreativo / Manuel Gómez Ni seis meses después de aquella tarde en la que, ya descendido, el Betis se despidió de Primera ante Osasuna con un partido señalado por el derrumbamiento de un muro y la caída del conjunto navarro a Segunda, el equipo verdiblanco regresa a El Sadar. Viene de vencer al Recreativo y recibirá el homenaje de la afición rojilla por lo ocurrido en mayo, pero no está ni para dejarse llevar por la complacencia tras un buen resultado ni para recrearse en cortesías como la que le brindará la hinchada anfitriona. En esta larguísima maratón que es la Segunda, el conjunto de Julio Velázquez encara un obstáculo más con la obligación de saltarlo para no dar otro paso atrás, no suscitar nuevas dudas sobre el futuro del entrenador e ir aproximándose poco a poco a su objetivo. Es el ascenso directo, cómo no, pero mañana sólo puede pensar en remeterse en la zona de play off. Y eso pasa por vencer a Osasuna, un adversario mal situado y, por tanto, herido y peligroso. También pasa por los resultados de la Ponferradina y el Zaragoza, pero eso no depende de él. El primer fin del Betis en Pamplona es ganar, pero los medios también son importantes. No los de comunicación, sino los que empleará para tratar de batir al errático equipo de Jan Urban. Después de un sinfín de jornadas sin que asomase ninguna virtud futbolística, el conjunto de Velázquez recuperó ante el Recre la mejor y más determinante de sus armas: la vocación ofensiva. Fue así como su juego general mejoró. Es cierto que todavía dista mucho del que se espera de una plantilla con ese nivel y que el salto implicó la pérdida de cierta solidez defensiva, pero la diferencia entre ese encuentro y los anteriores fue tan enorme a favor del Betis que su técnico, se supone, ahondará en esa línea de comportamiento ante un rival que no es especialmente sólido en su feudo, donde esta temporada viene encajando más de dos goles por cita (11 recibidos en 5 partidos). Dicho de otro modo, lo normal es que Velázquez recurra en Pamplona a la misma alineación que dibujó frente al decano. La recuperación de Matilla, Dani Ceballos y Rennella tras superar diversos problemas a lo largo de la semana se lo facilita, aunque no hay por qué descartar la inclusión de N’Diaye, muy mejorado de peso, en lugar de alguno de los mediocampistas. En todo caso, prescindir del canterano, por poner un ejemplo, parece una temeridad, habida cuenta de que la mejoría global ha tenido mucho que ver con su aportación individual. Su aparición en la lista de convocados era una de las incógnitas por culpa de un inoportuno cólico y se despejó ayer para bien. El Betis, por lo demás, pone a prueba una progresión que admite muchos matices. En primer lugar, porque la reacción se reduce a un solo partido que, además, no estuvo exento de sufrimiento para el aficionado verdiblanco, por mucho que el Recre acabase con dos jugadores menos. Y en segundo lugar porque ahora le toca corroborar ese paso adelante lejos del Villamarín, donde atraviesa una racha de dos choques sin ganar ni marcar un gol (0-0 en Valladolid y 1-0 en Leganés). Si mal está el Betis, qué no dirán los aficionados de Osasuna. Seguramente se cambiarían por el conjunto verdiblanco con los ojos cerrados porque su equipo, otro recién descendido que presuntamente debería ser un aspirante claro al ascenso directo, marcha decimoquinto y bastante tiene con no haber caído a la zona de descenso a Segunda B. Es lo que tienen la crisis económica, un descenso a Segunda y el tope salarial impuesto por la LFP, sin olvidar una gestión otrora modélica pero recientemente desastrosa. Ahora mismo la escuadra rojilla se encuentra a dos puntos del cuarto por la cola, así que si para el Betis se trata de otro encuentro crucial, ídem de lo mismo puede y debe decirse de Osasuna. Urban, aquel gran delantero polaco de los años 90, dirige a Osasuna con distinta suerte en el banquillo. Con una plantilla muy mermada por las imposiciones económicas de la Liga, que por ejemplo lo obligaron a vender a Oriol Riera y a perder a Cejudo, el equipo navarro casi no tiene margen sobre el descenso después de perder la mitad de los partidos que ha jugado. La buena noticia para el míster rojillo es que recupera a dos piezas básicas en su dibujo, el defensa Javier Flaño y el mediocentro Nekounam, mientras que pierde a Merino por unos problemas estomacales y a Cedrick porque está cedido por el Betis. CA OSASUNA: Santamaría; Echaide, Miguel Flaño, David García, Cadamuro; Kodro, Loé, Nekounam, De las Cuevas; Ansarifard y Nino. REAL BETIS: Adán; Molinero, Bruno, Jordi, Álex Martínez; Lolo Reyes, Matilla, Dani Ceballos; Kadir, Rennella y Rubén Castro.

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