Una multitud acompañó nuevamente ayer a la cabalgata de los Reyes Magos que inundó de alegría las calles de Utrera. Bastante más de 17 toneladas de caramelos, junto a miles y miles de regalos, se lanzaron desde las 15 carrozas que integraron el cortejo. Entre ellas, un guiño al bicentenario del nacimiento de San Juan Bosco, el fundador de los Salesianos, una congregación con gran arraigo en Utrera. Seis bandas de música y dos espectáculos infantiles uno con grandes elementos hinchables recreando naves espaciales- pusieron el punto sonoro al desfile.
El recorrido, que se prolongó a lo largo de unas seis horas, dejó una de sus anécdotas en la calle La Corredera. Allí, el tractor que remolcaba una de las carrozas se averió, provocando un parón hasta que pudo ser subsanado. Ese instante fue aprovechado por bastantes niños para subir a las carrozas de los Reyes Magos y recibir el saludo y regalos de Sus Majestades. Uno de ellos fue Diego, de 7 años, que, tras saludar al Rey Gaspar, estaba incluso nervioso recordando el diálogo mantenido con él y lo que había apuntado en su carta.
El suyo es uno de los testimonios que dejó esta cita en la que utreranos y visitantes abarrotaron la ciudad.
