"Ni sé dónde está el cadáver de Marta, ni les he preguntado dónde está el cuerpo de Marta". Con estas palabras Samuel Benítez contradijo ayer a su amigo y autor confeso del crimen de Marta del Castillo, Miguel Carcaño , quien le culpó el martes de deshacerse de los restos de la chica con la ayuda del Cuco. Samuel negó cualquier participación y reiteró que se autoinculpó por presiones policiales. El que fuera amigo de Miguel desde la infancia, aunque ayer dijo que la amistad se había "enfriado" en los últimos meses, defendió que el 24 de enero estuvo "todo el día en Montequinto", ya que acudió por la mañana a un cumpleaños y no volvió a Sevilla hasta pasadas las 2.30 horas de la madrugada. "El día 24 de enero nunca pisé el domicilio de León XIII", afirmó. En este tiempo, el joven dijo siempre estuvo acompañado por la que fuera su novia y amigos de ésta. "En ningún momento me quedé solo en Montequinto", aseguró. De hecho, dijo que fue su chica la que le acompañó hasta la parada para coger el autobús de vuelta a Sevilla. Una vez en el Prado se dirigió andando hasta su casa, donde llegaría sobre las 3.40 hora del 25 de enero. Samuel ya había recibido a las 23 horas una llamada de una amiga de Marta preguntándole si sabía algo de ella o de Miguel porque ninguno contestaba al móvil. Samuel, que tenía su móvil bloqueado por una deuda con la compañía telefónica, le pidió a una amiga que llamara a Miguel. A la hora éste le estaba devolviéndole la llamada para afirmarle "que había dejado a Marta en la esquina de su casa a eso de las 21.30 horas y que él ya estaba en Camas". Cuando Samuel ya estaba en su casa recibió otra llamada, tras lo que decidió unirse a la búsqueda de Marta. "Me fui a Triana", donde los amigos la estaban buscando por la calle Betis. Allí llegó ligero de ropa, pese al frío que hacía. "No todas las personas son iguales, yo suelo tener calor. Iba corriendo así que no podía tener frío en la vida", afirmó con el tono más que resulto que mantuvo durante toda su declaración, en la que intentaba dar su versión de lo ocurrido adelantándose las preguntas del fiscal y los abogados. Desde la calle Betis se marcharon a León XIII, junto con los amigos de Marta y los padres de estos, que fueron los que entraron en la vivienda y hablaron sobre las 5.30 horas con Javier y Carcaño, que repitió que había dejado a Marta en su casa. Luego fueron al domicilio de la joven. Samuel también intentó dar precipitadamente su justificación de por qué cuando fue detenido por la Policía confesó que ayudó a Miguel a deshacerse del cuerpo. "¿Confesó en su declaración a la Policía que se deshizo del cuerpo de Marta?", preguntó el fiscal, "si se puede llamar a eso declaración, sí", contestó el joven. Según Samuel, los agentes no le leyeron sus derechos, aunque se le exhibió su firma aceptado los términos de la misma. El joven aseguró que declaró "bajo coacciones y amenazas" pues cuando le detuvieron "me dijeron que irían a por mis padres y a por mi novia. Con 19 años viendo lo que me estaban haciendo a mí sin haber tenido nada que ver, creía que iban a ir a por ellos también". "Me fueron indicando todos los detalles, señoría", le dijo al fiscal con tanta impaciencia que hasta el juez le llamó la atención. El fiscal le preguntó entonces incrédulo cómo era posible que le dijeran tantos detalles, "¿hasta el punto desde el que lanzasteis el cuerpo al río?". "Yo se lo explico: la Policía cogió un boli bic azul y un folio en blanco y me pintó la pasarela de Camas, el carril-bici", pero "usted fue allí e indicó el lugar, ¿hasta eso?", insistió el fiscal. "Me dijeron que donde me dejaran sólo tenía que decir que allí había sido", respondió Samuel. El amigo de Carcaño también explicó que le "agarraron por el cuello, y me dieron golpes en el pecho", una situación que trasladó a los letrados de oficio que le asistieron. "Ellos me dijeron que tuviera paciencia, que ahora no podían hacer nada", señaló. El joven, que no miró a la cara a Carcaño cuando volvió a su sitio, negó también al fiscal que sepa dónde está el cuerpo de Marta. "No lo sé señor fiscal", dijo. Asimismo, recalcó que "no tiene nada que ocultar", señaló. A la salida el padre de Marta del Castillo lamentó que "ya no tenemos esperanza de encontrarla" y pidió un careo entre los acusados.