El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ofreció su cara más contundente contra los alborotadores. El jefe de Estado prometió llevar a los tribunales a los autores de los disparos contra los policías durante los disturbios en los barrios a las afueras de París. De hecho, la Fiscalía de Pontoise ya ha abierto una investigación.
A su regreso de China, Sarkozy visitó a los agentes heridos antes de presidir una reunión sobre seguridad con el primer ministro y otros miembros del Gobierno conservador. A su término, prometió que los que disparan con armas de fuego contra la Policía tendrán que verse las caras con el tribunal de lo Criminal.
"Encontraremos a los tiradores", dijo tras recalcar que el uso de armas de fuego contra la Policía es "inaceptable" y supone un "intento de asesinato". Tanto es así que la Fiscalía de Pontoise anunció la apertura de una investigación por intento de homicidio a dos policías heridos por disparos en los disturbios del domingo.
Conciliador. El mensaje del jefe de Estado galo no sólo fue de firmeza contra los violentos, sino también de solidaridad y conciliación con las familias de los dos muchachos, cuya muerte en moto al colisionar con un coche de policía ha sido la chispa que ha desatado los violentos disturbios en los barrios conflictivos situados a las afueras de la capital francesa.
Sarkozy anunció a las familias la apertura de una instrucción judicial sobre las circunstancias del accidente. La desgracia fue el detonante de dos noches de disturbios en varias zonas de París, que se vieron el martes mitigadas gracias al despliegue policial.
La decisión "permitirá a los padres de las víctimas y a sus abogados participar en el conocimiento de la verdad" y supone "un gesto" para que "vuelva la paz, la calma y la tranquilidad", dijo un letrado de las familias. La investigación judicial se hará con "transparencia", prometió el portavoz del Gobierno, Laurent Wauquiez.
La intervención de Sarkozy llega en un momento clave para evitar que se repita la ola de violencia que asoló Francia en 2005, cuando era ministro de Interior. Y es que esta vez sería peor, ya que los jóvenes han disparado por primera vez armas de caza contra los policías.
Menos violencia. La ministra de Interior, Michele Alliot-Marie, confirmó que el dispositivo especial de seguridad de un millar de agentes aplicado el martes en Villiers-le-Bel y localidades vecinas se mantendrá todo el tiempo necesario. Ese dispositivo impidió que se repitieran los mismos incidentes, en los que más de 120 policías resultaron heridos, ya que el operativo no impidió algunos heridos entre la Policía gala. Hace dos años, unos 200 policías fueron heridos en las tres semanas de disturbios.
