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«Ningún libro de texto pasaría un juicio por su objetividad»

Es autor del único manual de Educación para la Ciudadanía que está siendo juzgado en los tribunales, acusado de saltarse la neutralidad ideológica y de adoctrinar a los niños. Esta semana, vino a Sevilla a declarar ante el TSJA

el 05 feb 2010 / 21:13 h.

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El autor del libro de Ciudadanía, Juan José Abad, ante los juzgados de Sevilla.

-Los jueces de la Sala Tercera del TSJA le han citado a declarar para defender su libro de EpC. Lo acusan de inculcar el marxismo a los alumnos de Primaria y de ESO.
-Sí. Dicen que defiendo una educación de izquierdas hegeliana. ¿Qué demonios es eso a estas alturas? Yo reconozco, y sería tonto si no lo hiciera, que la sociedad más humana de hoy es la socialdemocracia. Pero debo recordar que la idea de justicia social no la crearon los obispos, sino gente como Marx o Engels...

-Marx también inspiró el comunismo soviético. Puede que le acusen de politizar las aulas.
-Conozco muy bien a Marx y me gusta el análisis económico que hace, y conozco a Ortega y Gasset, y me gusta su análisis histórico. Creo que son dos autores con ideologías muy distintas. Pero Marx modificó para siempre la visión económica y social de la historia, hablar de él en un aula no es inculcar el comunismo.

-No es muy común que un profesor sea llamado ante un tribunal para declarar sobre su tendendia ideológica, ¿no?
-No es muy común ahora, pero yo tengo 66 años, ¿sabe?

-La acusación busca demostrar que su libro inculca los mismos valores que el Gobierno. ¿Le preguntaron si es de izquierdas?
-No. Pero me han preguntado si me gustaría que mis hijos practicasen algunas de las tendencias y comportamientos sexuales que aparecen en el libro. La pregunta más reiterada que me hicieron fue sobre sexualidad. Su obsesión por la pureza sexual es infinita...

-¿Se sintió incómodo con el interrogatorio?
-No, fue todo en un tono muy cordial, a ratos desconcertante...

-¿En qué sentido?
-En el tipo de preguntas: ¿considera usted que la homosexualidad está científicamente aceptada? ¿Científicamente? Les dije que no tengo ni idea de si científicamente es correcto ser gay. Sé que es real, y sé que es legal, y eso debería bastar.

-¿Usted cree que su libro de texto es objetivo?
-En la medida de lo posible sí. Un libro de texto tiene que procurar serlo pero, ¿cómo se puede? Estamos llenos de prejuicios. Si todos los libros de Historia fueran sometidos al mismo juicio que el de Ciudadanía, ninguno pasaría la prueba de la objetividad.

-¿Piensa que se puede manipular al alumno con su libro?
-En el interrogatorio han insistido mucho, pero es una mentira cochina. Ya no se puede manipular así como así. El Estado, aunque quiera, no puede adoctrinar, porque en la enseñanza pública cada profesor tiene su ideología: católico, agnóstico, ateo, liberal, comunista, sacerdote, gay.

-La familia de Bollullos acusó a la Junta de educar a sus hijos en contra de su moral...
-Las familias tienen derecho a educar a sus hijos, ojalá todas pusieran este empeño en preocuparse de lo que aprenden dentro y fuera del aula. Pero el Estado tiene la obligación de educar.

-La demanda no va contra usted, sino contra su editorial, ¿qué le dicen los abogados de McGraw Hill?
-Quienes están promoviendo toda esta campaña contra EpC y contra el libro no van directamente contra editores o autores, sino contra el Gobierno. Nos utilizan para derrocar al Gobierno.

-¿Alguna vez le ha pedido su editorial que matice su libro?
-La editorial nunca me ha sugerido que cambie nada, sólo me impone el número de páginas. Esto no pasa sólo contra mi libro, han cargado contra todos. Si tuviéramos que defender un libro, nos manifestaríamos juntos. Un buen libro lleva su trabajo, pero para censurarlo, cualquier fanático sirve.

-¿Se han planteado que el TSJA puede censurar su libro?
-Por supuesto, los abogados se plantean que podemos perder aquí. Pero recurriremos al Supremo. No nos estamos jugando que a un niño se le enseñe algo. Nos jugamos la autoridad y la obligación del Estado para crear un sistema de educación plural.

-En el juzgado han estado discutiendo sobre sexualidad, religión, familia y política sin llegar a ningún acuerdo. ¿Imagina que eso ocurre en las aulas durante una clase de EpC?
-Me encantaría pensar que sí. La controversia dentro del aula es necesaria. Ojalá estuvieran más vivos los jóvenes para avivar esa controversia, no sólo en Ciudadanía, en Historia, en Ciencias Naturales, en Matemáticas...

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