Cultura

No controles mi forma de vestir...

Su nombre está asociado indisolublemente a la Movida y su trabajo, a medio camino entre la antropología y el documentalismo, ha estado siempre vinculado a la juventud, la música y la libertad.

el 16 sep 2009 / 01:42 h.

Su nombre está asociado indisolublemente a la Movida y su trabajo, a medio camino entre la antropología y el documentalismo, ha estado siempre vinculado a la juventud, la música y la libertad. El fotógrafo Miguel Trillo (Jimena de la Frontera, 1953) reune tres décadas de adolescentes contestatarios en la antológica Identidades, que inicia su periplo nacional en Sevilla.

Olé Olé sintetizó en ese trivial estribillo -la música se convirtió entonces en un espacio de libertad y contestación para los jóvenes- la filosofía que ahora, tres décadas después, guía la gran exposición retrospectiva que el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) inaugura hoy sobre la obra fotográfica de Miguel Trillo. Jóvenes que posan y se exhiben, pertencientes a las más extravagantes tribus urbanas, subversión y contracultura. Trillo, fotógrafo de la vida moderna, compone con sus instantáneas "un himno a la libertad. Que los jóvenes tengan derecho a sí mismos, a ir como les dé la gana". Así lo explicaba ayer el artista en la presentación a la prensa de Identidades, que reúne 170 fotografías, retratos en su inmensa mayoría en los que "no hay ningún joven estudiando, ni camino de la facultad o el instituto. Tampoco trabajando. Todo acontece en el tiempo de ocio", según explicó el director del CAAC, José Lebrero.

Es en este espacio, puertas e interiores de discotecas, camerinos destartalados y conciertos multitudinarios, donde Miguel Trillo encuentra a sus mejores ejemplares. "Convierto la calle, u otros espacios públicos, en platós improvisados, en naturalezas muertas". Se para cuando le interesa un escenario y allí espera a su presa, que casi siempre accede gustosa al retrato. "Estos jóvenes quieren reafirmarse, están orgullosos de ser como son", explicaba ayer Trillo, para el que "la cámara los dignifica, los convierte en gente importante".

Desde que a principios de los años ochenta retratara a protagonistas anónimos de la movida madrileña, Miguel Trillo ha documentado la evolución de las tribus urbanas (mods, punkies, siniestros, raperos, heavies...) en la España de las tres últimas décadas. No obstante, asegura que ya "ha perdido el interés" en los jóvenes que pululan por la geografía nacional y ha viajado a Asia, donde las tribus urbanas y las excentricidades en el vestir se multiplican. Estos continuos viajes en busca de jóvenes anónimos con indumentarias "raras" le dan a Trillo la autoridad de asegurar que "la globalización es clarísima. Es el no lugar, ya todo ocurre del mismo modo en cualquier sitio".

El fotógrafo de origen gaditano -aseguraba ayer que ha vivido un tercio de su vida en Andalucía, otro tercio en Madrid y un último tanto en Barcelona- completa la exposición con los proyectos Souvenirs y Geografías, una suerte de bazar improvisado donde el fotógrafo muestra su lado más kitsch.

  • 1