Queda muy poco. Arenas quema sus cartuchos y hace de sus discursos un cóctel un tanto inconexo de críticas a Chaves, por promesas incumplidas, por Educación para la Ciudadanía o por haberse reunido con Fidel Castro. Por la noche urgió a la "rebelión" el 9-M, pero por la mañana fue más modesto: pidió "una oportunidad, como Platanito".
En la campaña del PP hay una idea central: el agotamiento del socialismo después de 26 años en el poder. Ese argumento se lo devuelve el PSOE: son los populares los que ya no dan más de sí, después de tantos años en la oposición. Siempre que puede, Manuel Chaves incide en que ésta es la tercera vez que el líder popular le disputa en las urnas la Presidencia de la Junta, después de perder en 1994 y 1996.
Arenas intenta neutralizar ese mensaje por todas las vías. En plena plaza de Úbeda, ayer por la mañana, se valió del sentido del humor. Se atrevió a compararse con la historia de Blas Romero González, Platanito, el maletilla pacense que se pasó la vida pidiendo una oportunidad como torero y que en la actualidad se dedica a la venta ambulante de lotería. "Platanito era un maletilla que se pasaba el día pidiendo una oportunidad. No tenemos nada que ver con eso, porque nos dedicamos a la vida pública, pero pedimos una oportunidad", aseguró en presencia de una veintena de vecinos.
A por todas. Las encuestas vaticinan que Arenas volverá a perder las elecciones pero, tras el cara a cara, el candidato muestra más empuje. Y ayer incluso salió por la puerta del Triunfo, el hotel de Jaén frente al cual celebró un acto público ante unas mil personas a las que explicó las razones por las que predica el cambio: "Al principio, hubo ilusión con los socialistas, pero ahora sólo queda frustración". "Vamos a rebelarnos juntos democráticamente el 9-M", proclamó entre aplausos.
Dio la sensación de querer quemar todos los cartuchos. Disparó a casi todo: al maltrato a Jaén, a Educación para la Ciudadanía, al paro y la inmigración, acusando incluso al Gobierno andaluz de viajar a Marruecos y no solucionar asuntos ajenos a su competencia. Y puesto a recordar viajes, se remontó al que hizo Chaves a Cuba y a su "fascinación" por Fidel Castro. Casi todo, para que le dejen gobernar a partir del domingo. Cuentan que Platanito acudía en ocasiones en sus faenas a la platanada: se metía en los chiqueros a por el bicho si éste se resistía.