El gerente de Tortas Gaviño, empresa que nació hace más de 50 años de las manos de su padre en Castilleja de la Cuesta, apuesta por el crecimiento en los mercados internacionales a través de la línea 'gourmet'. EEUU es ahora su objetivo más inmediato
-¿Cómo ha llegado a ser el gerente de Tortas Gaviño?
-Cuando terminé de estudiar comencé a trabajar en la contabilidad de otras empresas, hasta que llegué a la firma Tortas Gaviño como jefe de producción. Luego pasé a ser gerente.
-Su empresa es familiar ¿Cómo arranca su historia?
-La puesta en marcha de la empresa se debe a Andrés Gaviño, mi padre, que la fundó en 1955 en Castilleja de la Cuesta. Tuvo mucho éxito en un corto espacio de tiempo a nivel local y fue entonces cuando optó por lanzarse a otros puntos de Andalucía. Luego llegó a otras comunidades españolas, como Madrid, Cataluña y Extremadura. Finalmente la empresa se lanzó a otros mercados, como Inglaterra, Portugal y Francia. En estos momentos estamos intentando seguir creciendo en el negocio internacional.
-¿Qué diferencia sus tortas de otras similares?
-Nuestro pilar básico es la calidad, tanto en la materia prima utilizada como en los procesos de elaboración. Hay algunos que se realizan igual que hace 60 años, aunque otros se han mecanizado. Depende de si las nuevas tecnologías aplicadas consiguen la misma calidad del producto.
-¿Cómo se encuentra en estos momentos el mercado y cuáles son sus objetivos de expansión?
-Queremos estar en todos los centros comerciales que, como nosotros, tengan a la calidad como principal apuesta, así como intentar abrir más el mercado internacional. Lo que sucede es que, con la crisis actual, hay un boom del consumo barato, un cliente al que le da igual qué comer. Éste no es nuestro objetivo, porque nosotros no estamos en esa línea, por eso cuidamos la marca. El deseo es llegar al cliente que apuesta por ella, no sólo de la zona geográfica de influencia, sino en otros países a través de la línea gourmet.
-¿Qué países tiene en mente?
-Aparte de aumentar las ventas en los que ya estamos, acabamos de comenzar a trabajar en EEUU, aunque todavía no está maduro. En este país vamos a comenzar la expansión por Florida porque hay mucha presencia de hispanos y la dieta mediterránea es más conocida entre ellos, sobre todo a través de productos que utilizamos como el aceite de oliva. El mercado de EEUU hay que afrontarlo poco a poco.
-¿Teme que este producto tradicional tenga peor acogida por parte de los más jóvenes?
-Es una preocupación que tenemos. Sabemos que nuestro producto lo consumen los de 25 años para arriba, pero los más pequeños están influenciados por la publicidad de los nuevos productos, con sus colores y envoltorios. Nos preocupa la manera de llegar a este mercado. Debe ser algo educativo, de transmitirle a los pequeños la tradición y el consumo de alimentos sanos, con ingredientes de calidad. Esto depende mucho de los padres.
-¿Tiene pensada alguna estrategia para hacer frente a esta circunstancia?
-Queremos cambiar la imagen. Estamos intentando cambiar formatos para los pequeños, pero es complejo porque cada cambio es difícil para nuestro sistema de producción.
-¿Cómo le afecta la crisis?
-Hay un problema fundamental y es que la gran distribución está muy concentrada. Eso hace que el poder se concentre en pocas manos y eso nunca es bueno, porque a los fabricantes nos obligan a reducir mucho el margen de beneficio, aunque ellos mantienen los precios. Esperamos además que apuesten por otra cosa que no sea la marca blanca. Hay una idea en la mente del consumidor de que este tipo de productos es de la misma calidad que los de primera marca y eso no es verdad. No hemos sido capaces, desde los fabricantes, de transmitir este mensaje.
-¿Que inversiones tiene previstas a corto plazo?
-Hace pocos meses hemos llevado a cabo una costosa, con la compra de un horno nuevo. Tenemos la última tecnología en este tipo de elementos, lo que nos permite tener espacio para los procesos artesanales.
-Acaban de entrar en la patronal agroalimentaria Lándaluz. ¿Cómo puede beneficiarle?
-Mucho. Lándaluz realiza promociones tanto en los centros de venta en los que estamos como en los que no. Nos sentimos cómodos y bien arropados en la asociación. Además, cada vez que afronten una promoción nueva en otro país puede abrirnos una oportunidad de vender donde no llegamos aún.
-¿Cómo se plantea el futuro?
-La crisis es circunstancial y, si todo va bien, saldremos de ésta y todo volverá a la normalidad. Lo normal es que todo el mundo consuma lo que realmente le gusta y no se deje sólo llevar por el precio. En nuestro caso, no apostamos por la marca blanca porque la fidelidad del cliente de ese modo es con el precio y no con el sabor de un producto concreto y especial como es el nuestro.
