Concluye el Salón Internacional de la Moda Flamenca y, sin perder casi ni un minuto, Raquel Revuelta empieza a preparar su próxima cita con esta pasarela. Cuatro días muy intensos Ahora ¿a descansar? No, han acabado los desfiles pero aún queda mucho por trabajar para esta edición e, inmediatamente después, nos pondremos a preparar la del 2015. Estoy muy cansada pero muy contenta, con mucha energía. ¿Qué balance hace de esta XX edición? -Estoy francamente satisfecha por la crítica y por la gran cantidad de público que sigue acogiendo una muestra que ha llegado cargada de propuestas con mucha riqueza y variedad por parte de los diseñadores. Hacía años que no había tanto ambiente en la zona de los expositores, algo que las propias empresas han querido confirmarme. -Sin embargo el jueves fue un día de poca afluencia de espectadores. ¿Se han planteado alternativas para que no ocurra en próximos años? -Mi responsabilidad no es llenar las gradas de público. Yo soy la organizadora y propicio que los creadores tengan unas infraestructuras estupendas, unas buenas modelos o un magnifico equipo de peluquería. El jueves es un día laborable y hablamos de unas gradas con capacidad para mil personas. -¿Ha cambiado mucho aquella idea que tuvo hace dos décadas de llevar la flamenca a la pasarela? -De ese SIMOF primitivo que tuvo origen en el equipo de Doble Erre poco queda, solo la esencia y el claro objetivo de fomentar nuestro traje regional dentro y fuera de nuestras fronteras. Los comienzos costaron muchísimo, hubo que llamar a muchas puertas de modistos y tengo mucho que agradecer a Sebastian González que nos abrió el Hotel Alcora, donde empezamos. Han surgido otros espacios similares. ¿Cómo lleva la competencia? Es siempre es un estímulo cuando es leal. Es bueno para todos dinamizar un sector en alza como ha podido comprobarse con el gran nivel del certamen de noveles. No es que Simof sea el mejor escaparate para la proyección exterior de la flamenca, es que no existe otro. No somos una pasarela, somos un salón internacional que se celebra en Fibes con apoyo de las instituciones y que lleva veinte años. ¿Qué aporta esta cita a la ciudad? Es la segunda feria empresarial más importante de Sevilla, algo de los que debemos sentirnos orgullosos todos los que en ella contribuimos de una u otra forma. ¿Se siente, en parte, colaboradora de que diseñadores de prestigio mundial miren con atención nuestra moda? Los medios de comunicación nos tienen en cuenta y aquí se producen imágenes que transcienden en otros países y que son fuente de inspiración para los mayores creadores y las mejores firmas.
