El Betis está haciendo el ridículo en tres competiciones. El domingo lo hizo en la Liga (5-1 en Anoeta), ayer en la Copa ante el modesto Lleida de Segunda B (que a punto estuvo de remontarle un 4-1) y el pasado jueves en la Europa League, en la que fue incapaz de hacer un gol a un desahuciado Rijeka 
que contaba por derrotas todos sus partidos lejos de Croacia en la fase de grupos.
Este equipo tiene una capacidad especial para complicarse él solito la vida. Anoche ante el Lleida dio una lección magistral de cómo hacerlo: ganaba 2-0 a los diez minutos (ya lo hizo por 1-2 en la ida, con dos penaltis, ante un rival con diez) y sin embargo vivió toda la segunda parte en el filo de la navaja, al borde de la humillación. Concedió dos goles de chiste y estuvo a merced de que un rival en teoría muy inferior le remontara un parcial de 1-4 ante las narices de su cada vez más desesperada afición. Dos tempraneros goles de Paulao y Amaya parecía que iban a dar paso a una noche plácida en el Villamarín, pero eso es inconsustancial con la idiosincracia de este Betis. Al filo de la media hora Amaya pidió el cambio al sentir unas molestias y luego se confirmó su baja para el crucial choque del sábado ante el Almería. La noche empezaba a torcerse, pues Garrido, que no debía fiarse un pelo, había arriesgado alineando su once de gala pese a la escasa entiad del rival y el 1-2 de la ida.
Solo minutos después de la lesión de Amaya, el meta Guille Sara volvía a quedar en muy mal lugar al encajar un gol de verbena, una falta lateral de Monforte que no remató nadie y se coló por el centro de su portería. El fallo nuestro de cada día y el equipo se descompuso como un flan, como tantas otras veces ha hecho durante esta tortuosa temporada.
La afición, que había recibido con pitos al equipo pero no paró luego de animar, empezó a mosquearse tras el enésimo fallo del portero argentino, que está defraudando por completo con errores reiterados e incomprensibles. Está visto que no hay noche tranquila para este Betis.
ERROR DE DIDAC ATRÁS. La segunda parte arrancó con otro error grosero: a los 55 Didac se despista a la hora de tirar el fuera de juego y permite a Mata anotar a placer el 2-2. El Lleida quedaba a un gol de dar la vuelta a la eliminatoria y toda la segunda parte ya fue un suplicio para los béticos, incapaces de imponerse a un Segunda B, con Rubén Castro y Jorge Molina desaparecidos lo del canario empieza a ser muy preocupante y una defensa que era un flan cada vez que le colgaban un balón a las espaldas de los centrales.
Al final, con el 2-2, el Betis salvó la eliminatoria, pero jugando así y ofreciendo este nivel será prácticamente imposible salvar la categoría. El equipo, con su once de gala y ante un rival de Segunda B, bordeó anoche el ridículo. Y ya son muchas veces esta temporada. Dijo Bosch el que manda que si Garrido ganaba sus tres primeros partidos, el cambio por Mel habría sido un acierto, y si no, un fracaso. Y con Garrido ganó en Lleida gracias a dos penaltis y ante un rival con diez, salió goleado de Anoeta y empató en casa ante los modestísimos Rijeka y el propio Lleida.
La conclusión es clara. La culpa no parece que fuera exclusiva del anterior entrenador. El equipo necesita refuerzos de garantías ahora en diciembre para no verse abocado al descenso de categoría. Muchos creíamos que tenía plantilla para sobrevivir sin apuros en Primera, pero los hechos nos están quitando la razón. Ya están todos más que avisados. El Betis sigue vivo en tres competiciones, cierto, pero en las tres está bordeando el ridículo y ya va siendo hora de poner fin a este lamentable espectáculo. 2 - Real Betis: Sara, Steinhöfer, Amaya (Didac, m.28), Paulao, Nacho; Nono, Verdú (Vadillo, m.71), Salva Sevilla; Juanfran (Lolo Reyes, m.61), Jorge Molina y Rubén Castro.
2 - Lleida: Pau Núñez; Barreda, Aldalur, Mario (Imaz, m.75), Raúl Fuster, Molo, Monforte (Miramón, m.71); Pau Bosch, Chupe, Osado (Didac, m.81), y Mata.
Goles: 1-0. m.5 Paulao. 2-0. m.10, Amaya. 1-2. 38, Monforte. 2-2. m.56. Mata.
Árbitro: Alberto Undiano Mallenco (colegio navarro). Mostró tarjeta amarilla a Mario (m.13), Paulado (m.66), Vadillo (m.79), Molo (m.79), Nacho (m.80), Bowsch (m.91) y Nono (m.92) .
Incidencias: Partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado en el Benito Villamarín ante 10.921 espectadores.
