«No me van a distraer»

La presidenta de la Junta sigue sin desvelar su futuro mientras que el PSOE andaluz defiende que es «compatible» liderar el partido y la presidencia del Gobierno andaluz. Los principales barones siguen apostando por Díaz

el 03 jun 2014 / 22:03 h.

La presidenta de la Junta y secretaria general del PSOE-A,Susana Díaz, ayer en un acto con emprendedores en Sevilla. / Raúl Caro (EFE) La presidenta de la Junta y secretaria general del PSOE-A,Susana Díaz, ayer en un acto con emprendedores en Sevilla. / Raúl Caro (EFE)   «Entiendo su interés, pero si yo no me he distraído no me van a distraer ustedes». Es lo que dijo ayer cortante a los periodistas. Susana Díaz sigue sin despejar cuál será su futuro político mientras que el PSOE andaluz abre puertas a que compatibilice la presidencia de la Junta y la secretaría general del partido, una posibilidad sobre la mesa desde el primer día. Desde que hace una semana Alfredo Pérez Rubalcaba anunció su retirada y las miradas se volvieron hacia la líder andaluza, Díaz no ha movido ficha. Dijo que «su prioridad es Andalucía» y ayer repitió que está «centrada» en la comunidad. Poco más. Mientras, sus valedores, los principales barones del partido, mueven ficha para que asuma el liderazgo y su entorno más próximo se divide entre quienes creen que no tiene más remedio que dar el salto en una situación de «emergencia» y quienes desaconsejan una operación política de «grandes riesgos». Aunque se esperaba que esta semana la presidenta de la Junta hablara, ella sigue guardando silencio, aferrada a la ambigüedad. El secretario de Organización del PSOE andaluz, Juan Cornejo, advirtió ayer de que no es hasta el 13 de junio, la semana próxima, cuando los aspirantes pueden comenzar a recabar avales. El plazo se cerrará el 27 de ese mes y los militantes votarán en urna el 13 de julio. Ese día se conocerá ya quién es el futuro dirigente de los socialistas. Al congreso federal del PSOE, previsto los días 26 y 27 de julio, llegará un solo candidato que será aclamado por los delegados. La hoja de ruta está trazada, aunque una de las principales incógnitas, si Díaz aspirará o no, sigue sin resolverse y entre sus colaboradores, quizás para aflojar la presión, insisten en que no dirá nada hasta la semana que viene. Ella controla los tiempos. «Su compromiso es cien por cien con Andalucía y con el Gobierno de Andalucía y, desde luego, es lo que le pide la gente en la calle», aseguró ayer el portavoz del Ejecutivo, Miguel Ángel Vázquez. «Entiendo que es compatible, claro, otra cosa es que quiera hacerlo o no compatible», insistió el número dos del PSOE andaluz, que eludió dar su consideración sobre si Díaz dará o no el paso: «No me voy a pronunciar, voy a dejar que sea ella misma. Ni descarto ni no descarto». Las cábalas se disparan y los escenarios se multiplican. Desde el PSOE andaluz asumen además que el próximo secretario general del PSOE será el candidato a la presidencia del Gobierno. «Hasta ahora ha sido así, no ha habido bicefalias», sostuvo ayer Cornejo, a pesar de que hay pendientes unas primarias para elegir al cartel electoral. Si Díaz opta a la secretaría general sería por tanto lógico que fuera la candidata en las generales, por lo que la defendida compatibilidad duraría, como máximo, hasta la carrera electoral. El relevo de Díaz abre muchas dudas sobre quién podría situarse al frente del Gobierno o el partido en Andalucía. Si se designara otro presidente, sería el cuarto desde que en 2009 se marchó Manuel Chaves. Los socialistas siguen además descartando un adelanto electoral. Por lo menos hasta el año próximo, añaden. El número dos del PSOE andaluz defendió la compatibilidad de la Junta y la secretaría general alegando que MarianoRajoy es presidente del PP y del Gobierno y María Dolores de Cospedal presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP. «La compatibilidad se produce o no en función de la persona o los equipos», insistió Cornejo. La opción de que Díaz vaya al Senado para dar la réplica a Mariano Rajoy es imposible mientras que sea presidenta de la Junta, esos cargos sí que son incompatibles. El otro obstáculo que puede encontrar Díaz es el manifiesto rechazo de sus socios de gobierno, Izquierda Unida, a que compatibilice mandar en el PSOE y en la Junta. Desde el primer momento, desde este partido aseguraron que la comunidad requería una presidenta a tiempo completo. El secretario de Organización del PSOE-A negó esas diferencias. «El pacto es con el PSOE no con una persona», defendió en boca de dirigentes de IU, convencido de que el acuerdo de Gobierno se basa en «medidas y propuestas». «El tema del pacto ha quedado resuelto», subrayó, aunque no contestó si ha habido alguna consulta concreta a IU sobre este asunto. El número dos de los socialistas andaluces también negó la versión que apunta a que fue su federación la que propuso y logró que se aprobara la eliminación de un límite en los avales que puede recoger cada candidato a la secretaría general. Eso permitiría a Díaz, la favorita, desembarcar en Ferraz cargada de apoyos. Así lo hizo en sus primarias para ser secretaria general del PSOE-A, en la que no tuvo finalmente competidores y logró en tiempo récord 22.000 avales. Cornejo negó que el PSOE andaluz haya llevado la iniciativa en la propuesta de la supresión del tope de avales pero dejó claro que el secretario general del PSOE necesita la máxima legitimidad. El censo de militantes socialistas que por primera vez votaran en abierto al líder del partido aún no es oficial, aunque los socialistas andaluces calculan que serán unos 180.000 y de éstos unos 45.000, entre el 25 y el 30% de la militancia, será de Andalucía. Sobre la posibilidad de que los barones socialistas que han mostrado su apoyo expreso a Díaz recojan avales para la líder andaluza, Cornejo señaló que cada candidato «se buscará su fórmula». Pero no todo son apoyos. El expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra, uno de los principales barones frente a Felipe González y Joaquín Almunia, rechaza que el nuevo secretario general del partido sea elegido en primarias, cree que Rubalcaba debió haber dimitido para que la ejecutiva sea neutral en el relevo, se avergonzó cuando los secretarios regionales promovieron al unísono a la presidenta andaluza al frente del partido y aconsejó limitar la acumulación de cargos para evitar que alguien «reviente». Así se pronunció el veterano socialista en el Congreso poco antes de participar en un homenaje de la asociación de exdiputados y exsenadores. Otro apunte relacionado con la posible elección de Díaz, que es presidenta de la Junta de Andalucía y secretaria general del PSOE-A: «Como los demócratas hiperdemocráticos del PSOE están tan preocupados por la democracia interna, que se preocupen también por la acumulación de cargos no vaya a ser que alguno reviente».

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