Romaric es internacional por Costa de Marfil y el pasado domingo se encontraba en el estadio Felix Houphouet-Boigny de Abiyán cuando acaecieron los dramáticos sucesos que acabaron con los más de 20 muertos antes del partido entre Costa de Marfil y Malawi. Aoruna Koné, también habitual de la selección, acaba de salir de una lesión y no contó para este encuentro, pero uno de sus muchos hermanos se encontraba en el mismo estadio.
Los dos sevillistas lamentaron ayer los sucesos y explicaron cómo lo vivieron. Especialmente relevante es el caso del centrocampista. Romaric marcó el primer tanto del encuentro ante Malawi, que apenas celebró. Los jugadores, según relató ayer, no estaban al tanto de la gravedad de lo sucedido, tan sólo tenían constancia de algunos problemas.
"Los futbolistas no nos enteramos de la gravedad de lo sucedido hasta que, una vez finalizado el partido, nos lo contó el presidente de la Federación de Costa de Marfil". De hecho, Romaric añadió que el tumulto se pudo originar antes del encuentro, aunque los futbolistas sabían que había pasado algo porque hubo movimientos en la zona afectada "durante la primera parte", dijo, en declaraciones a la web sevillista.
Igualmente, explicó que, cuando les contaron lo sucedido, la alegría por el triunfo sobre Malawi por 5-0 se tornó en tristeza. Con todo, pese a los actos de luto que se preparan en Costa de Marfil, el sevillista confirmó que tanto él como el resto de los jugadores que actúan en Europa regresarán como estaba previsto. Romaric viajó ayer a París y hoy hacia Sevilla.
El caso de Koné es distinto. Se encontraba en Sevilla cuando se enteró de lo sucedido. Su primera reacción fue intentar ponerse en contacto con uno de sus hermanos, que estuvo presenciando en directo el partido. "Mi hermano estaba en el campo pero lejos de donde sucedió todo, por suerte. Estoy muy triste por lo sucedido. Lo que me han contado es que un muro se cayó y la gente quedó aplastada".
