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"No podemos esperar a 2020 para que llegue el Cercanías"

El nuevo alcalde de Carrión de los Céspedes piensa en podar el árbol de los gastos para evitar la quiebra de un Ayuntamiento que reclama, entre otras cosas, un instituto.

el 04 sep 2011 / 18:54 h.

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El alcalde de Carrión de los Céspedes, Ignacio Escañuela, en una visita a este periódico.

Su entrada no ha sido, ni mucho menos, silenciosa. Se dio de bruces con una deuda de seis millones y con la falta de acuerdo para cerrar un sueldo del que, pese a ser alcalde de Carrión de los Céspedes, no percibió en dos meses. Tras superar ese escollo, Ignacio Escañuela (IU) quiere podar un árbol llamado Consistorio y dejarlo pelado de gastos superfluos, pero sin dejar de reivindicar proyectos como el tren de Cercanías.

-Ha sido entrar y no paran de hablar de Carrión, aunque sea sólo por las deudas .
-Parece que cogió por sorpresa la deuda en Carrión. Llamó mucho la atención tal vez por el hecho de que un pueblo pequeño arrastre una deuda tan grande. Por eso se ha convertido en ejemplo del problema actual de los municipios.

-¿También le sorprendió a usted ese déficit cuando entró?
-Dije en campaña que la deuda era cuatro millones y ronda los seis. Lo esperaba, pese a que otros partidos negaban los hechos e incluso hoy siguen negándolo. Llegaron a decir que era de los pueblos andaluces más saneados. Eso sí, no me esperaba que fuera tanta.

-¿Cómo lidia un pueblo tan chico con una deuda tan grande?
-El problema no es el tamaño, sino que tenemos que encarar ya la deuda. No podemos dejarla a un lado porque Seguridad Social y Hacienda nos asfixia. Si no pagamos, nos quitan tributos del Estado y ayudas y entramos en un círculo vicioso, con la misma deuda y más pagos. Lo primero es afrontarla con convenios de pagos y rebaja de gastos corrientes, y después hay que generar movimientos económicos para tener más ingresos.

-Cuando se habla de rebajar gastos, ¿entra despedir a personal, como pasó con Burguillos?
-No estamos, por ahora, como Burguillos. Vamos a intentar mantener la plantilla. Se ha cortado todo gasto superfluo, como la Feria, que no costará nada; o la previsión de gasto telefónico, que se reduce a la mitad. Son fórmulas para no prescindir de servicios ni plantilla.

-Con esa losa, será de los primeros en pedir la vez para las ayudas de la Diputación, ¿no?
-Ya lo he pedido. Es una forma de financiación al fin y al cabo, pero viene muy bien, ya que hay que afrontar una deuda inaplazable de 240.000 euros y un préstamo que cumple a finales de año.

-Hablando de la Diputación. Es un alcalde nuevo, ¿peca de bisoñés, como dijo el presidente?
-No sé si entrar en ese conflicto... pero no me pareció bien que me nombrara y diga que la deuda es con proveedores, cuando es con Hacienda. Me hubiese gustado que al menos me preguntara antes.

-Por cierto, ¿cómo se está dos meses sin cobrar un sueldo?
-Lo llevé bastante bien porque sabía que iba a ser algo temporal.

-Y los enfrentamientos entre PSOE e IU, ¿son temporales?
-Digamos que tenemos bastantes diferencias, simplemente.

-¿Simplemente?
-Personalmente, y se lo dije al PSOE, creo que los políticos tenemos que resolver problemas, no generarlos. La oposición está bien, pero hay que dejar las rencillas personales y ponernos de acuerdo para construir un pueblo mejor.

-¿Y qué proyectos de futuro tiene para ese pueblo mejor?
-El primer reto es el polígono la Matilla, que linda con la A-49 y lleva nueve años pendiente. Sé que es un momento malo, pero quiero darle esa posibilidad a los empresarios locales. El segundo es pedir un instituto. Los jóvenes no deberían ir a Benacazón para dos años y luego a Sanlúcar la Mayor para el bachillerato. Dos cambios es sinónimo de fracaso escolar.

-¿Qué me puede contar de la Ciudad del Agua?
-Vamos a hablar con los propietarios que están dentro y plantearles la situación y qué supone de costes estar en el proyecto y qué beneficios obtendrán. El problema es la crisis y hay pocas empresas.

-¿Habrá una ampliación del Cercanías del Aljarafe (C-5)?
-Hay dos problemas con el tren. El primero es que, si tenemos la vía, queremos que llegue el Cercanías. El otro es que la vía corta el pueblo en dos, lo que el paso elevado es necesario para evitar riesgos.

-¿Pero llegará el Cercanías?
-Nos comentan fechas lejanas, incluso 2020, aunque no oficiales. Hace falta algo más próximo. A Carrión sólo le hace falta una obra en la estación que no costaría mucho y es técnicamente sencilla. Ya que pasa por aquí, vamos a pelear para que llegue lo antes posible, ya que supondría un revulsivo para el desarrollo económico y empresarial.


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