Domingo soleado, calor soportable bajo la Pérgola, y sobre el escenario un buen motivo para visitar la Feria del Libro de Sevilla: la presentación de Los hombres mojados no temen la lluvia (Alianza Editorial), la última novela de Juan Madrid, y con la que obtuvo el premio Fernando Quiñones de novela. Una historia sobre la corrupción y la mentira que ocultan las grandes fortunas, amasadas gracias a la doble verdad, la doble moral y la doble contabilidad, según reza la contraportada.
Una novela propone una mirada al mundo, que incluye una mirada sobre la literatura, sobre las relaciones humanas, pero que también intenta rellenar huecos, y lo hace analizando la cambiante naturaleza humana, explicó el veterano autor, uno de los maestros de la novela negrocriminal en español, para quien la ficción ofrece ángulos de observación que están vedados al periodismo y el ensayo: No podemos vivir sólo con teletipos, necesitamos también el placer, la belleza. Por eso ser lúcido en tu mirada sobre la realidad y buen escritor son cosas que no siempre van de la mano.
En este sentido, Juan Madrid recordó algunos hitos de su carrera que marcaron su idea del género: Mi primera novela, Un beso de amigo, fue de hecho un reportaje que no pude terminar. En periodismo, si no demuestras todo lo que cuentas, te buscas una querella, y yo quería hablar de algo tan delicado como las bandas fascistas que asolaban España en 1976, con una violencia enorme generada por la policía y el Ministerio. Se pueden llegar a saber muchas cosas, pero nunca lo suficiente, agregó.
También recordó Juan Madrid los tiempos de Brigada Central, otro de sus éxitos. Rodríguez colorado, primer director general de la Policía del PSOE, al que luego acabaron metiendo en la cárcel, prohibió la serie. No es que la censurara, es que no estaba permitido sacar ni un uniforme. Ahí empecé a reescribir los guiones como novelas, y finalmente la serie pudo hacerse. Puedes rodar una película así sin uniformes, pero cuesta más trabajo, bromeó.
A propósito de todo esto, citó a Grupo 7, el exitoso filme de Alberto Rodríguez, como un ejemplo de la evolución cultural de nuestro país, porque no podemos dejar que Hollywood cuente las cosas por nosotros, si hace falta contaremos nosotros nuestras propias tonterías, no las suyas, aseveró el escritor.
Y recordó también otro de sus títulos más conocidos, Días contados, un trabajo que le gustó mucho a pesar de los profundos cambios que introdujo el director: Nunca me fijo en si mi novela y la película que se hace de ella se parecen o no, las trato como objetos aparte. Me pagan dos veces por el mismo trabajo, y está muy bien, apuntó este autor que tiene correo electrónico sólo desde hace siete u ocho meses (el ordenador es una máquina de escribir sofisticada) y ama el flamenco y el jazz.
Juan Madrid es de los que distingue entre novela policíaca, que aspira a conocer quién ha sido el culpable de un crimen, y novela negra, que plantea otra pregunta: ¿por qué? El autor de novela negra es el cirujano que raja el cuerpo social, comentó. Si dentro de mil años llega a la tierra un antropólogo de Venus y quiere saber cómo éramos hoy, podría enterarse mejor que de ningún otro modo leyendo este género.
